domingo, 1 de abril de 2012

La presión eólica amenaza Busto

No podíamos salir de Liares para llegar al pueblo de Sena sin antes pasar por Busto, otro de tantos pueblos de los que uno escucha hablar pero que aún no conoce. Sepa el curioso que decida acercarse a esta aldea que puede hacerlo mediante una pista rodada y de fácil acceso, que parte de la carretera principal que une San Antolin, capital del concejo con Sena

La aldea de Busto pertenece a  la parroquia de Marentes y está situada a unos 790 metros de altitud, en una hombrera al norte de la sierra del mismo nombre  en la margen izquierda del río ibias. Está formada por no más de doce casas que se concentran de forma dispersa en el territorio. Tiene la desgracia de estar en la lista roja de aldeas abandonadas en el concejo de Ibias, aunque nada más lejos de la realidad, pues a simple vista no parece para nada un pueblo fantasma.


Reconozco que iba a visitar el lugar con cierta expectación, pues como bien sabréis, Busto fue la primera zona de Ibias en la que se planteó la instalación de un Parque Eólico  con 12 molinos de 1,5 Mw. de 78,8 metros de altura de buje y 82 metros de diámetro de rotor y que, tras varias modificaciones sufridas en el proyecto, se encuentra paralizado debido a ciertas discrepancias e irregularidades las cuales desconozco totalmente.


Pese a ser un lugar pequeño, confluyen en sus dominios lo más variopinto de nuestra arquitectura popular. De esto, podemos dar buena cuenta ya a la entrada de la aldea con una casa, la de Piñeira, con cubierta vegetal en paja. Merece la pena pararse a contemplar la verticalidad de sus paredes rojizas que parecen querer contrastar con el potente amarillo pajizo de su cubierta.


No hace falta echar la vista mucho más lejos, pues a escasos metros se levanta  el hórreo de casa Perolo, otra de las joyas poco o nada protegidas en Ibias aunque de incalculable valor, por eso de la exclusividad, pues  es de los pocos que aún conserva su teitado en paja.

La capilla dedicada a San Ildefonso y recientemente reformada es sin duda alguna otra de las cosas que has de visitar cuanto llegues al lugar.


Pese realizar el acceso a la aldea de Busto en coche, sepa de paso el curioso que tendrá que dejarlo a la entrada de la misma, pues sus más que angostos caminos invitan y dejan como única opción el paseo a pie. Bastarán solo unos minutos para recorrer sus entrañas y toparse con su fuente lavadero, enclavada en el medio de la aldea y punto de separación entre la parte alta y la baja de la misma.


La parte baja de la aldea o el cabo del lugar está dominado por verdaderas exquisiteces arquitectónicas que aún resisten de forma más que notable el paso de los años y que nos dan una idea de la riqueza de esta aldea de Marentes. La forman no más de cuatro casonas antiguas perfectamente empedradas en las que aún se nota que no ha dejado de haber vida,  dos hórreos y los restos de lo que fueron tres pallozas.


Uno de los hórreos a los que hago mención es el se aprecia en la imagen, con nada menos que ocho pegollos cilíndricos y un impresionante corredor que lo rodea. Merece la pena destacar también las tallas que posee en su parte posterior y la perfección de su lousado. Un verdadero caramelo que nadie al que le guste la arquitectura popular puede ni debe pasar por alto.


Y como buenos vecinos, si alabamos uno no podemos dejar de chufar el otro, muy cuidado por sus actuales propietarios y de grandes dimensiones, reposa sobre lo que parece ser una cuadra para el ganado e impresiona la verticalidad de su tejado.


Recorro el camino de vuelta al cabo de la aldea no sin antes girar unas cuantas veces la cabeza para posicionar mi vista en la panorámica que me ofrece el lugar. Me impresionan las grandes y llanas fincas que se asientan a los lados de las casas y que aún se conservan en buen estado. De repente, algo inusual se topa en mi camino, un girasol florece en el camino de Busto.


¿Será una señal de vida después de la vida? 

1 comentario:

Pablo dijo...

Bonito reportaje. Yo estoy a favor de las energías renovables en todas las áreas de estos concejos las cuales no estén dentro o en las inmediaciones de espacios protegidos.


Un saludo