lunes, 17 de febrero de 2014

Coto Minero recibe tres ofertas y pide que se prorrogue su liquidación

Un total de tres empresarios están interesados en la adquisición de la empresa minera de Coto Minero Cantábrico (CMC), según les informó los administradores concursales al comité de empresa de esta compañía. Aunque el comité de empresa no conoce los detalles de esta adquisición ni de los empresarios que pueden estar interesados en la compra, tienen la certeza de que un empresario está interesado en la operación, aunque dos se han presentado formalmente ofertas.


La primera empresa interesada en CMC fue la Compañía Minera Astur Leonesa S.A., con domicilio social en Madrid que presentó formalmente a los administradores concursales de Coto Minero Cantábrico (CMC) una oferta de adquisición para la unidad de negocio de Cerredo (Asturias) y que libraría del despido a toda la plantilla del grupo Alonso y cuya oferta ya está en el juzgado.

Astur Leonesa se haría cargo de la bolsa laboral, es decir, que subrogará los contratos de los casi 400 trabajadores en las mismas condiciones que tienen en la actualidad. Además, el comprador se haría cargo de los créditos contra la masa, así como de los créditos de privilegio especial a la Seguridad Social y Hacienda, a las que se adeuda alrededor de nueve millones de euros. Tras conocer la orden del Decreto de Garantía de Suministro, que excluía este año a CMC, en concurso de acreedores, la extractiva Compañía Minera Astur Leonesa pareció recular en sus pretensiones, aunque, finalmente, opta a hacerse con CMC.


Los administradores concursales de la empresa minera trabajan en la ampliación del plan de cierre, que expiraba con el mes en curso y que ahora podría prorrogarse hasta el final de abril en el mejor de los casos, según informó el presidente del comité de empresa, Luis María Fernández, lo que supondría dos meses más de salario y seguros para 400 trabajadores de interior. En cualquier caso, será el Juzgado de lo Mercantil el que tenga que aprobar la propuesta.

El plan de cierre se presentó en noviembre, prácticamente dos meses después de que el titular del juzgado madrileño firmara el auto de liquidación de la empresa. Un tiempo en el que los administradores concursales han realizado el inventario de los bienes de la mercantil y durante el que se ha barajado la posibilidad de que se subaste la empresa. Finalmente, los administradores concursales que se hicieron cargo de la compañía minera han incluido la subasta dentro de este plan con la condición de que se mantenga el empleo durante al menos tres años. En este sentido, se habla de la antigüedad de los trabajadores y los salarios. De no ser así, los empresarios deberán consensuarlo con los mineros y ratificarlo ante el juez.


La subasta de CMC se realizará a sobre cerrado y las propuestas se conocerán el día 28 si no hubiera prórroga cuando se valorará la mejor opción. De no presentarse ningún empresario interesado, se ofrecerá una prórroga hasta el mes de abril. También cabe la posibilidad, si así lo ve oportuno el juez, de adjudicar la empresa antes de que concluya el plazo previsto para la subasta a algún interesado que cumpla las condiciones.

Por otra parte, Luis María Fernández afirmó que tanto USO como los administradores concursales han mantenido un encuentro con el Ministerio de Industria, el cual se ha comprometido «verbalmente», aclaró Fernández, a la concesión de las ayudas del año 2014 a las unidades productivas de esta empresa a pesar del cambio de titularidad de las mismas.


Por el momento, los mineros de interior de la explotación de Cerredo continúan trabajando a la espera de saber si el plan de liquidación finalizará este mes o en el mes de abril o si finalmente la compañía minera es adquirida por otro empresario y podría recibir las ayudas correspondientes a partir de este año, tal y como se está barajando aunque de forma todavía no oficial.

Fuente: Diario de León
Autor: V. Araujo

miércoles, 12 de febrero de 2014

Los médicos subestimaron el atragantamiento de la niña fallecida en Ibias, según el forense

Un informe presentado ante el juez Sorando constata que en el caso de la menor era aconsejable una broncoscopia - La familia pedirá responsabilidades penales


Un segundo informe forense en el caso de Ana Suárez Fernández, la niña de 18 meses de Luiña (Ibias) que falleció al atragantarse con una palomita, considera que "probablemente" los médicos minusvaloraron el episodio. Esta apreciación coincide con la de la familia, que ahora pedirá responsabilidades penales por lo que consideran una flagrante negligencia. El caso está siendo instruido por el magistrado Ángel Sorando, del Juzgado número 2 de Oviedo, quien ya ha tomado declaración al pediatra, un médico adjunto y un residente que atendieron a la menor, aunque falta algún otro facultativo. Estos médicos desestimaron, según la familia, la realización de una broncoscopia para determinar si efectivamente la niña tenía una palomita en uno de los pulmones.


El informe forense remitido al Juzgado, e interesado por el letrado de la familia, Ignacio Pérez Arévalo, indica que "concurren en el presente caso aspectos médicos que aconsejaban por sospecha de aspiración de cuerpo extraño la práctica de una broncoscopia exploratoria". Y también que "con dicha técnica se podría haber extraído el material broncoaspirado".

La madre de la niña, Cecilia Fernández, asegura que los médicos desestimaron realizarle la prueba por la "falta de colaboración" de la niña, y en la creencia de que la hiperventilación que sufría en uno de sus pulmones era producto de la presencia de moco, y no del grano de maíz que había ingerido. Los médicos consideraban además que la prueba, a una edad tan temprana, podía tener efectos indeseados, al requerir de sedación.


La pesadilla se inició el sábado 9 de marzo del año pasado, cuando la menor se atragantó con una palomita. Comenzó un periplo por diferentes centros del suroccidente, hasta que, ya por la tarde, los padres terminaron con la niña en el Hospital Central. Allí le hicieron una radiografía y permaneció en observación a lo largo de la noche del sábado y la madrugada del domingo. Ya por la mañana, pasaron a ver a la menor una cirujana y un pediatra, quien decidió dar de alta a la niña, al considerar que no tenía nada dentro del pulmón. Únicamente debía acudir en 15 días al pediatra habitual de la menor.

La mujer no las tenía todas consigo y aún después de que le diesen el alta llevó a la pequeña al médico de familia, para que comprobase su estado, y la tuvo vigilada. Sin embargo, llegó el jueves, 14 de marzo, y ocurrió la tragedia. La niña se levantó con tos y la madre contempló cómo su hija se le iba entre los brazos. Aunque ella misma le hizo el boca a boca y la llevaron al consultorio de Tormaleo, nada pudo hacerse por salvarla. Los padres iniciaron un proceso para aclarar las responsabilidades por la muerte de la pequeña, al considerar que hubo una clara negligencia.


Sin médico en Tormaleo

En medio del drama que vive esta familia, han recibido un nuevo golpe muy difícil de interpretar. La médico de cabecera de Tormaleo ha presentado una solicitud de rechazo de asignación. El escrito enviado por el Servicio de Salud del Principado (SESPA) a la familia, "parece decir que la médico habría perdido la confianza", según señala el letrado Ignacio Pérez Arévalo.

Fue esta médico la primera que atendió a la pequeña cuando se atragantó con una palomita, el sábado 9 de marzo. La familia sostiene que nunca la han molestado, puesto que no la consideran responsable de lo ocurrido.


Esta facultativa derivó a la niña al Hospital de Cangas del Narcea, y de allí fue dirigida al Hospital Central, al carecer de medios para poder extraer el grano de maíz. Según el letrado de la familia, los médicos pueden rechazar la asignación de un paciente siempre que haya una causa.

Fuente: La Nueva España
Autor: L.Á Vega