domingo, 21 de abril de 2013

Villarín entre barrotes

Alta fue la factura que tuvo que pagar el maltrecho pueblin de Villarín por estar localizado en uno de los puntos de mira que en mente tenía el señor oscuro del concejo, para disparar con la escopeta de la destrucción. En penitencia permanente viven ya los resignados vecinos, que han visto como se les modificaba la pista tradicional para acceder a su aldea, hasta en tres ocasiones. 


La actual arranca desde la parte alta del pueblo de Tormaleo, con un trazado de unos 3 kilómetros que van rodeando el pueblo de Fondodevilla para subir en pendiente por Pena Furada e ir bordeando la escombrera que la cantera a cielo abierto creó, para depositar tanto escombro como pudo y de la que, tal y como se aprecia desde Torga, hay importantes corrimientos de terreno que ya han provocado un encajonamiento, preocupante, del río Luiña a dicha altura. 


Diferenciaremos dos clases de vistas si transitamos por esta carretera. Por un lado tendremos las que han hipotecado paisajísticamente a la parroquia de Tormaleo y las que no dejaremos de agradecer a los dirigentes que las hicieron posibles. Por el contrario, si somos capaces de dar la espalda a este desastre medioambiental, disfrutaremos de aquellas que nos proporciona el bonito valle de Luiña y el cordal montañoso encabezado por el Pico Miravalles.


Villarín es otra de tantas aldeas con un pasado lleno de gente pero con un futuro preocupante. Apenas una casa sigue habitada durante todo el año, el resto, en el mejor de los casos son utilizadas como segunda residencia o permanecen en situación de abandono


Al estar situada sobre una ladera, se estructura de forma escalonada. Pueden diferenciarse tres partes o estancias comunicadas todas ellas por un camino debidamente encementado. Recorrerlas no costará mucho tiempo, no es una aldea de gran tamaño. 

  
Abundan en Villarín las casas de piedra que parecen haberle ganando la batalla a aquellas de ladrillo pero no al progreso ni al cambio generacional. Varias de ellas no han podido vencer los duros inviernos de este lugar y yacen caídas. Una verdadera pena, que por desgracia sufriremos también más pronto que tarde  en nuestros pueblos. 


Parece ser que tuvo el lugar una pequeña capilla dedicada a la Virgen de Atocha. Fue quemada durante la Guerra Civil y no conserva ninguna de las imágenes que poseía.


Pacientes deberemos ser si queremos toparnos de frente con algún hórreo o panera. Tan solo hay un par en todo el lugar  y a juzgar por la distancia a la que se encuentran, aparentan estar reñidos


De los dos, debió haber ganado con distinciones, la panera de casa del Meirazo situada en la parte baja del pueblo. Merece la pena recorrer el lugar tan solo por quedarse pasmado mirándola. Su llamativa estructura de tabla decolorada por el sol de Villarín, se queda pequeña si uno se fija en la perfección de la plomiza losa de su tejado. Tremendamente vistosa y joya a destacar si hiciéramos competición, en un ranking de hórreos y paneras de Ibias.


Antes de terminar el reportaje, no puedo pasar por alto que Villarín junto con su vecino de vistas Torga, fueron los primeros pueblos de Ibias en tener luz eléctrica, producida por una pequeña central hidroeléctrica financiada por ambos en el año 1948


Hoy en día, estos cables parecen más puentes que tiende el pueblo hacia Torga que meros conductores de electricidad. Quiere liberarse de ese monstruo negro y ruidoso al que todos llaman "cantera" y que lo ha retenido de por vida

domingo, 14 de abril de 2013

Fieles a la palabra casera

SOLUCIÓN:

MANIGOTAS
ACERTIJO:

La lengua es el sistema de comunicación verbal o gestual que utiliza una comunidad para poder expresarse entre sí. Puede ser común para todo el territorio o tener variaciones lingüísticas que la conviertan en propia de una zona.


En Ibias hablamos como nos enseñaron nuestros padres en casa  y bien orgullosos que estamos de saber falar en ibiense. Somos capaces de bautizar a la Golondrina como Andulía o a la Babosa como Lumaco


No tenemos diccionario ni normas lingüísticas que nos rijan. No entendemos de fronteras ni queremos que nos encasillen en un bando o en otro. No nos importan las faltas de ortografía ni conocemos cómo se escriben las palabras que siempre escuchamos. A nosotros no nos enseño el maestro en la escuela, pero sabemos perfectamente que es un Fouzo o una Forqueta


No os creáis que no somos retorcidos los de Ibias, pues dependiendo de la zona dónde te encuentres las palabras van variando. En este sentido el manzano para algunos será mazaqueiro mientras que para otros será mazagüeiro. Hace unos años sentí a mi tío decir después de venir de recoger la hierba, que tenía agujetas. Tanto me chocó la palabra que expresó para definir esta dolencia de músculos, que no podía dejar pasar la ocasión para preguntaros a vosotros.

¿Sabríais decirme que palabra se emplea en Ibias para decir que uno tiene agujetas?

domingo, 7 de abril de 2013

Boiro, cuna patrimonial de Ibias

Demasiado acelerado ando siempre por los caminos que el destino me tenía preparados lejos del tranquilo lugar dónde me encuentro feliz. Mucho de lo que soy hoy se lo debo a crecer en la tranquilidad de una aldea, a la bondad de mis padres y al modelo de vida, maravilloso, que he tenido en el concejo de Ibias


Algunas de las personas que me conocen, preguntan cuál es la razón que hace que tenga tanta añoranza y cariño por este paraíso asturiano. No hay respuesta, el cariño ni se compra ni se finge de por vida, simplemente hay que ser justo con aquellas cosas que han sido buenas para ti, tratando de llevarlas presentes hasta el punto y final de la vida.


En este empeño que ha creado mi mente por abrirle a IBIAS ese hueco que se merece y que la injusta lejanía le ha robado, voy dando a conocer el abundante potencial que mediante lo cotidiano tienen nuestros pueblos y aldeas. 


Bien puede ser la hospitalidad de sus gentes, la belleza salvaje de sus valles, la pureza de sus ríos o la riqueza de su patrimonio. De este último parámetro, saben mucho los guardianes del pueblo de Boiro en el que abundan desde principio a fin, centenarias joyas patrimoniales que han sabido vencer el salto de siglos. 


No hace falta recorrer muchos metros para darse de bruces con una de ellas, una pequeña capilla dedicada a Santa Lucia que suda antigüedad por cada una de sus vetustas losas. Luce en su retablo las imágenes de San Roque y San Juan Bautista


Sepa el visitante que ha de dejar de lado el mapa y la orientación, no serán necesarios para recorrer este pueblo de Ibias, tan solo tendrá que dejarse guiar por la telaraña de emparrados que se extiende a lo largo de Boiro para ir descubriendo lo que esta joya patrimonial, les tiene preparado. 


Todo pasado siempre fue mejor y que bien viene esta afirmación para describir el Portón de los Lope de Boiro, símbolo de otro de los señoríos de la edad media instalados en la zona. A llegado a nuestros días pese a su pobre conservación, pues ya sabéis, el concejo de Ibias es rico en patrimonio pero la protección del mismo es aún toda una utopía.  


Aquel que me conozca un poco, sabrá que siento debilidad por los hórreos, paneras y pallozas que como setas, se levantan a lo largo del concejo. Me impresiona lo personalizados que están dependiendo de la zona en la que se asientan. No hay ninguno igual, bien pueden ser más grandes o pequeños, tallados o simples e incluso con  ladrillos que modifican su belleza. Lo indiscutible es que son una verdadera alhaja en peligro de extinción por la que deberíamos tener más respeto y admiración. 


La escuela de Boiro, es como tantas otras una víctima del éxodo rural que ha sufrido nuestro concejo a lo largo de los años. Cerrada a cal y canto, aguarda desesperada un proyecto que aproveche sus instalaciones. Sorprende bastante su cubierta en teja, material nada frecuente en estas zonas occidentales.


A su lado, las ruinas de lo que fue en su día la capilla de Nuestra Señora de los Milagros, que como tantas otras, fue incendiada durante la Guerra Civil Española. Se levanta en su recuerdo una especie de santuario con el par de campanas de bronce que en su día formaron parte de ella.


En Boiro hay una combinación casi perfecta entre lo moderno, fruto de la prosperidad económica y lo antiguo. En estos lares, hay modernas casas que no desentonan con el entorno y viejas casonas que son heredadas y conservadas por varias generaciones. 


El tono rojizo de sus paredes contrasta con el verdor de las vistas y el tono aplomado de sus tejados. Merece la pena recorrerlas una a una y quedarse obnubilado viendo la perfección en la colocación de sus piedras


No puedo terminar este reportaje sin resaltar una de las cosas más fundamentales que un lugar a de tener para que pueda seguir vivo. La vida es importante en todo sitio  y más aún en estas zonas que están como los urogallos o los osos, en constante lucha por sobrevivir.


Ir caminando y sentir el tintineo de las chocas de las vacas, el murmuro de la televisión, las flores en la ventana o simplemente ver las pinzas en la cuerda de la beira del hórreo, es algo que a mí me llena el alma....