domingo, 16 de septiembre de 2012

25 A en Torga

Otro verano pasado y un largo año por delante en el que volver a cargar el estrés y la falta de sueño que proporciona la rutina del trabajo. 30 días de vacaciones, cortos, si los comparamos con  los 335 restantes en los que nos toca levantarnos prontito, aguantar las esperas de los trenes para llegar a tu puesto de trabajo y esperar que el estúpido de tu jefe ejerza de tal y te pisotee sin piedad, por un módico precio, eso sí.


Nos quedaremos con lo bueno de pasar un verano en el Lejano y tranquilo Oeste de Ibias. La vida es más larga cuando uno se instala a vivir provisionalmente en él y todo parece tener más y mejor color. Es la calidad de vida que uno pierde cuando se va y recupera cuando vuelve a respirar aire puro. Son sus montañas y sus valles, sus comidas, sus aguas, la antigüedad de sus casonas y la humildad de sus gentes ese “duende” que te engancha y te lleva a echar de menos esa IBIAS que sería otra, si estuviera mejor posicionada en el mapa.


Uno que es nostálgico y piensa que si algo es bueno no hay por que cambiarlo, no puede empezar esta andadura por el abecedario de las letras dando carpetazo al tema del encuentro bloguero. Siempre que comienzo nueva etapa, arranco con este tema y hoy no podría faltar en esta sobremesa cibernética.


La convocatoria, un año más se produjo en territorio ibiense, no se si por la hegemonía de bloguers y comentaristas foráneos o por el orgullo de traer a nuestros pueblos a lo más variopinto del mundillo bloguero que hemos tejido con el devenir de los años. Torga, se engalana por un día y de manos de Mari y Chapras alumbra el V Encuentro Bloguero Ibias el Lejano Oeste.


La cita arranca a media mañana cuando la gente va llegando rezagada al pueblo de Torga. La llegada al lugar donde nos reuniríamos impresiona, pues como si de un fuerte de guerra se tratara, te están esperando unas tremendas cancillas en las que se atisba cuando alzas la mirada el nombre de su propietario. Colgado en sus barrotes unas normas inapelables que todos los asistentes han de cumplir si es que quieren cruzar el fuerte.


El recibimiento genial y como en otros pasados no faltaron los apretones de manos (algunos sonados, como este que veis entre dos enemigos), los sabrosos canapés de Mari y la sidra a raudales. Nuestra sorpresa llegó cuando supimos dónde íbamos a comer; en la corte de las pitas. No imagináis que cara de bobos se nos quedó a todos, pero lo que no pensábamos era que la corte había lavado su cara para convertirse en un magnifico comedor empedrado y con chimenea incluida en el que comimos de maravilla.


Si otros encuentros podrían ser calificados como “tortilleros” por aquello de la abundancia en tortillas, no penséis mal, este era claramente “empanadero”. Las había por todos los lados, de carne, de pescao, de hojaldre y de masa y siempre acompañadas del buen vino de la tierra y de otras con más renombre, aunque de eso entienden más nuestros amigos José de Mingo y Lourdes.


El toque ácido del Chapras, estuvo presente de principio a fin, pues el famoso sheriff de Ibias, había reservado un cómodo asiento a modo de alpaca para la señora Marquesa del que por encima colgaba una magnifica horca, que por circunstancias de la vida, acabó probando, pero como buena noble que es, hizo gala del “ pruébame pero no me compres”. A media comida Luis volvió a tirar de comodín, haciendo un gran regalo a la señora del Roxo por su próximo cumpleaños. Lo que de primeras parecía una caja de grandes dimensiones fue a lo muñeca rusa reduciendo su tamaño hasta convertirse en una mini caja cuyo contenido, tal y como podéis ver en la foto, hizo sonar la carcajada popular y la de la propia protagonista, que resignada, daba las gracias por el detalle.


Los postres, muy abundantes en este encuentro, fueron otra de las delicatesen del día. No faltaban ni galletas, ni pastas ni las abundantes tartas que sembraban la mesa que el Chapras nos tenía preparada. La mejor, o así lo creen mis papilas gustativas fue la de Pablo, o la de la madre, no lo tengo claro. Su sabor “a tres chocolates” hizo repetir a más de uno y que él volviera con el molde vacío para Cangas.


Una vez terminada la comida y con los estómagos pesaos (a más de uno le costaba andar) la señora Marquesa de Ibias dicto castigo para un humilde servidor, que sin reposar la comida tuvo que formarle el baile, mientras que sus vástagos se encargaban de quitarme los reales, y es que la crisis ya empieza a afectar a la nobleza.


Comidos, bebidos, enmusicados y bailaos, toco hacer el paseillo de gracia por el pueblo de Torga. Los unos con los unos, los otros con los otros y todos con ninguno partimos cual cabalgata dispersa por el pueblo. La primera cita era obligada, había que confesarse en la iglesia y de paso conocerla, pues debido a su estructura “atípica” es difícil de reconocer a simple vista. Tirón de orejas para los propios vecinos, el Obispado y el Ayuntamiento, por el pésimo estado en el que se encuentra su retablo, carcomido por las polillas y abandonado a su suerte. La gente no se da cuenta del tremendo esfuerzo que a sus antepasados les costó hacer para levantar esta pequeña joya que ahora dejan caer. ¡Qué egoísta es el ser humano!



Y el después fue una romería por la carretera del pueblo, disfrutando más de su anchura que de su trazado. Algunos pensaban que íbamos a llegar a Busante, pero lo cierto es que no nos alejamos más de un kilómetro para volver a la casa del Chapras y Mari.


Eran las diez de la noche y estábamos muy a gusto, pues pocos fueron los asistentes que abandonaron antes de esta hora. Creo que dejaron el listón alto y que el próximo que coja el testigo tendrá complicado superarlo. Es difícil contar como fue, pues sin duda alguna os faltaría sentir el ambiente que hubo y eso tenemos que agradecérselo a estos anfitriones. Yo me sentí como en casa…


Ausencias notables como la de cómo el grupo cunqueiro, Jose Arias o Mayi a la cual no hemos adoptado aún en el grupo pero tenemos muchas ganas de hacerlo. A todos ellos mandarles un saludo y hacerles saber que pese a no acudir nosotros nos acordamos de ellos.


Y a todos vosotros deciros que un año más arranco con la ilusión de poder hacer un blog dinámico, comunicador y divertido. Bienvenido pues, todo aquel que quiera acercarse a mirar por esta pequeña ventanita de Ibias...