martes, 29 de noviembre de 2011

Un atardecer en Castaosa


He visto atardeceres bonitos en el concejo de Ibias pero ninguno como el que nos ofrece el pueblo de Castaosa. Los deslumbrantes paisajes más allá del río Linares, los centenarios castaños que enverdecen el pueblo, sus reliquias a modo de hórreos cubiertos de paja y el imponente color azul del cielo ibiense en pleno verano invitan a querer atardecer en el pueblo. 


Enclavado en la ladera derecha del valle del río Linares a una altitud de 620 metros, está delimitado por el Monte dos Vilares y la Serra de Busto. Castaosa, junto con las aldeas de Sena, Bustelo, Penedela, Riodeporcos, Salvador, Santiso y Barca, forman la parroquia de Sena con una superficie de 32,13 km2. 


A la aldea de Castaosa se llega por una estrecha carretera que comienza con una vertiginosa subida desde el pueblo de Cuantas y desemboca en Galicia, siendo el pueblo de Sena el último núcleo al que se puede acceder si no queremos pasar de los "limites" del concejo de Ibias. Los 9 kilómetros de infarto que separan Castaosa de la Capital del concejo se ven recompensados por las impresionantes panorámicas de San Antolin de Ibias y las posteriores vistas del valle del rio Linares. 


Para poder llegar a atardecer en este lugar, tendrás que dejar la estrecha carretera y recorrer una pista encementada de apenas 1 kilómetro de largo. La recompensa será inmediata pues nada más aparcar tu coche te encontrarás de frente, La casa de Paciente, con un impresionante hórreo teitado "a beo" en perfecto estado de conservación.  El valor de esta construcción no se remonta al sentido económico, si no a la riqueza cultural  que hace únicas estas piezas dentro del Principado de Asturias. 

Antes era muy común ver este tipo de construcciones debido a la gran cantidad de centeno que se cultivaba en el concejo de Ibias, tendencia que cambió a partir de los años 20 en detrimento de otro tipo de materiales, sobre todo la pizarra. En Castaosa, siempre se produjo gran cantidad de centeno, base de un sabrosísimo pan moreno y materia prima para cubrir los teitos. Hoy en día la producción es prácticamente inexistente  y solo realizada para mantener la cubierta de estos hórreos. 


De la abundancia de Centeno en la zona dan buena cuenta los graneros que proliferan en el lugar. Hay tantos como casas y todos en un estado de conservación aceptable, como si el paso del tiempo no fuera con ellos.

Otra de las casas que merece distinción por su buena conservación no es otra que la del Ferreiro. ¿Cómo la encontráis? es muy fácil, basta con seguir el camino del pueblo y leer en las portadas. 


El principal tema de conversación de los parroquianos cuando les preguntas no es otro que el bajón poblacional que sufre el pueblo. Los datos por desgracia les dan la razón, pues de las 31 personas que habitaban el pueblo en 2001 solo quedan 11 a las que les pesa el paso de los años y el trabajo del campo. 

"Nosoutros somos bellos ya os fillos nun queren oir falar del pueblo, nun tein vida, esto morrera cuando morramos nos"

Cuando les preguntas sobre el dicho "Los de Castaosa, comen la raposa, mal lavada, mal cocida, que les pinga por la barriga" sacan más orgullo: Nenin, en todos os laos hay envidia.


Despidiéndome de ellos sigo el camino con el buen sabor de boca que me deja Castaosa y sus gentes y abriendo los ojos ante la belleza que guarda. Es indescriptible la sensación de sentirse bien en un lugar y esto es lo que me pasa cuando estoy en Ibias. A medida que vas descubriendo el concejo te das cuenta que en cada rincón hay algo nuevo que ver y sobre todo algo nuevo que aprender. Cuando lo tienes todo recorrido y empiezas a visualizar en tu mente los recuerdos y fotografías de las diferentes aldeas, te enorgulleces de ser de dónde eres...

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Los recuerdos que vuelven...


Hay recuerdos retumban en tu cabeza y por más que pasen los años no consigues olvidar.  Anécdotas que nos lo hicieron pasar mal o bien y que sin duda perduraran en la historia de nuestro pueblo y serán trasmitidas de generación en generación.

La de hoy no es una entrada cualquiera, rememora un fatídico día en el que una riada marcó un antes y un después en nuestras retinas. Lo que en principio parecían las típicas lluvias de entre tiempo, se convirtieron en mares de aguas incontroladas que acompañadas de fuerte granizo, azotaron fuertemente la totalidad del concejo de Ibias, dando como consecuencia el destrozo de pistas y el corte de la línea eléctrica y telefónica. Ibias, se convertía en ese mismo momento en una zona incomunicada incapaz de tener controlada la situación que estaba viviendo.


No era esto lo más grave, pues a las 16:00 horas, el arroyo que cruza la capital del concejo se desbordó provocando una enorme avalancha de tierra, que daría como mejor consecuencia, la rotura de la carretera que da acceso al Ayuntamiento de Ibias. El arroyo de pequeño cauce  alcanzó un volumen brutal y alimentado por la impresionante pendiente que se levanta a los pies de San Antolin, comenzó a llevarse por delante todo lo que se atravesaba en su camino.  La mala suerte, el destino caprichoso ayudado siempre por la mala acción del hombre, quiso que la zona  en cuestión fuera quemada un año antes. El terreno sin agarre fue pasto del agua  que comiéndolo y arrastrándolo ladera abajo, provocó una verdadera avalancha que  durante 20 fatídicos minutos sembró el pánico en San Antolín de Ibias.


La fuerza del agua arrancaba cocinas, destrozaba garajes, sesgaba la vida de los animales, se llevaba por delante coches y ponía con el agua al cuello a los vecinos.

«El agua me llegaba al cuello y acabé por subirme a un mostrador; cuando logré alcanzar el primer piso vi cómo parte del suelo se derrumbaba». Es el relato del terror vivido por Antonio Busto, que quedó sepultado el martes bajo los escombros de su casa de San Antolín de Ibias hasta que los vecinos y la Guardia Civil consiguieron rescatarle. Los momentos de pánico se agravaron porque el rescate se prolongó al temerse un nuevo derrumbe dentro de su casa.


Miedo, es la palabra que más se repetía ese día y en días posteriores. Los vecinos estupefactos veían como un riachuelo acababa con todo y encima les ponía en peligro. El lodazal se hacía con la capital del concejo y solo mantener la mente fría era el único consuelo que lograba tranquilizarlos. La propia alcaldesa tenía que acceder al consistorio encima de una pala y con lágrimas en los ojos no daba crédito al desastre que suponía 20 minutos de incesante lluvia.

En un abrir y cerrar de ojos lo pierdes todo, tratas de no derrumbarte pero la cabeza es menos fuerte que el sentimiento y el pánico empieza a hacer presa de ti. Mientras tanto, la maquinaria trabaja por restablecer la zona mientras que el Ayuntamiento intenta reunir dinero para arreglar el destrozo. La primera medida fue la de declarar el concejo como zona catastrófica comprometiéndose el principado a destinar con urgencia una partida presupuestaria que paliara los costosos daños materiales que había sufrido el concejo.

«Esto no lo hacen ni con mil millones de pesetas» apuntaba un paisano en el bar Leiguarda.

Lo cierto fue que 400 millones de pesetas y más de dos años, permitieron cerrar el turbulento capítulo que nos dejó el 28 de agosto del año 2001, fatídico día que marcará nuestra historia. En mi mente aún queda el recuerdo de ver a mi madre arrastrada por el agua en el huerto. Su llanto por el miedo escondía una parte de preocupación por haberlo perdido todo. Las arquetas que evacuaban agua, no daban abasto a sacarla, entrando en el hórreo donde teníamos guardadas las patatas. Yo intentaba desatrancarlas pero el granizo que caía era de tal envergadura que me rompió el paraguas y me hizo moratones en el cuerpo. Jamás olvidaré ese verano teñido de blanco….

domingo, 20 de noviembre de 2011

cuidao, que viene el camión

Al igual que hicimos en semanas anteriores con "los tontos del mechero" hoy vamos a dedicar el reportaje  a  todos estos "reyes de la carretera" que a manos de un camión se creen los amos del vial.


Por suerte o por desgracia nos tocó vivir en una zona minera en la que el trasiego de estos mastodontes era y es constante. Nosotros, los jóvenes de la zona alta del concejo, podemos ser considerados como la generación del camión, pues hemos crecido y convivido con ellos. Cuando eres niño te impresiona verlos, luego vas creciendo y contigo la indiferencia hacia ellos, pues cuando eres joven hay mejores cosas en las que pensar.Es en el momento en el que te haces mayor cuando sufres en carnes propias las perrerías de esos sabios del volante. 

Hablamos de los Victorinos, todos aquellos camioneros sin escrúpulos que rondan nuestras carreteras compitiendo por llegar antes que el otro. Emisora en mano, van avisándose del poco trafico con el que se encuentran y no dudan en pisar acelerador y suponer un verdadero peligro para los pocos que transitamos la carretera. No creas que los Victorinos te darán paso en las zonas de carretera en las que haya mala visibilidad, pues a lo Fernando Alonso, competirán contigo para que no les adelantes y pobre de ti que tengas la mala suerte de llevarlos detrás, harán todo lo posible para que te eches a un lado.


La entrada a los pueblos la harán como caballos desbocados incumpliendo en muchas ocasiones la señalización, pueblos en los que la mayoría de habitantes son personas mayores, que ante semejante velocidad no reaccionarían de ninguna manera. 

Las historias se repiten y no es desconocido para nosotros los accidentes de estos señores. No es raro verlos   en el mejor de los casos empotrados en una cuneta o un prado y en el peor, poniendo fin a sus vidas por Pedracos. 

Basta ya de tanta tontería, pues que conozcáis la carretera y tengáis ganas de arriesgar vuestra vida no os da derecho a arriesgar la de todos los demás. Dejar de hacer de estas carreteras comarcales verdaderos circuitos y andar como Dios manda. Vivimos en una zona minera en la que los mineros arriesgan su vida día a día, como para que encima también vengáis vosotros a ponernos en peligro. 


Tenis la suerte de transitar por los pueblos sin ley en lo que todo vale y en los que nadie os controla, convirtiéndoos en los amos de la carretera. Me gustaría saber cuántas multas les ponen a estos señores o si realmente se les ha puesto alguna por conducción temeraria o exceso de velocidad. 

Los habitantes de Cerredo, Degaña e Ibias seguiremos sufriendo en silencio el abuso de estos locos, que se creen que por tener un vehículo con mayores dimensiones mandan en la carretera y pueden conducir por ella como les de la gana. Espero que este reportaje sirva para algo, y lo lea quien lo tenga que leer, a ver si de una vez se dan por aludidos y empiezan a aplicar medidas de seguridad que frenen el abuso de estos camioneros.

Desde aquí animo a que todos vosotros contéis las verdaderas perrerías que habéis sufrido y el miedo que habéis pasado delante, al lado o detrás de un camión. 

martes, 15 de noviembre de 2011

Los reises da parroquia



Dicen que la tradición es el conjunto de patrones culturales que una o varias generaciones  hereda de las anteriores y, usualmente por estimarlos valiosos, trasmite a las siguientes. Cuando la tradición se pierde de una generación a otra, se pierde una parte de nuestra cultura y con ella el recuerdo de todas aquellas personas que en el pasado le dieron continuidad. El paso del tiempo se encargará de hacer su trabajo, formando una juventud adaptada a su tiempo e informada de lo antiguo por el recuerdo de las gentes. 


Un salto de siglos tendrán que pasar para que en el mejor de los casos se siga con las tradiciones, aunque en muchas ocasiones, estas mueren cuando agoniza la sabia arruga del abuelo.  Os reises de Tormaleo eran una fabula que nuestros padres nos contaban hasta que este grupo de personas volvieron a darle vida por las calles de los pueblos de Ibias. De eso, hace ya más de tres años en los que la Asociación Cultural Tio Vitan ha conseguido no solo representar Os reises en nuestro municipio sino crear una verdadera seña de identidad y exportarla a nivel asturiano. 


Risas en los jóvenes, llanto en los más pequeños e ilusión y recuerdo en nuestros mayores rememorando el pasado y reviviéndolo. Vida en definitiva es la que nos traen estos jóvenes del lugar, que con sus disfraces y estupenda escenografía, van cada primer fin de semana de enero pueblo por pueblo y casa por casa devolviendo la ilusión y haciendo más llevadero el duro invierno de Ibias. 


Chicos habéis conseguido con vuestro afán de lucha, en la mayoría de las ocasiones sin el apoyo de nadie, no solo recuperar la tradición de Ibias, sino hacer sentir a todo ibiense orgullo de vuestro trabajo. Os felicito, no solo por vuestra constancia, si no por saber de dónde sois y querer tanto a la tierra que os vio nacer.

Cabeza alta, orgullo y enorme respeto por vuestra labor, hoy más que nunca puedo decir que Ibias tiene una juventud dispuesta a apostar por ella. 

Mi más humilde homenaje a todos estos chicos/as que con su espíritu y constancia luchan por lo que quieren. 

Esta es la actitud Ibias, esta es la actitud...

lunes, 14 de noviembre de 2011

El agua del lavadero

Valdeferreiros


Agua buena sin olor; color ni sabor; y que la vea el sol.

Agua de enero, cada gota vale dinero.

Agua de mayo, pan para todo el año. 

Agua corriente, no mata a la gente.

Agua de por mayo, pan para todo el año.

Agua del cielo no quita riego.

Agua fría y pan caliente, nunca hicieron buen vientre.

Agua mala, hervida y colada.

Agua no enferma, ni enviuda ni adeuda.

Agua pasada no muele molino.

Agua vertida, no toda cogida.

Agua de pozo y mujer desnuda, echan al hombre a la sepultura.

Agua y nieve excesiva, no dejan criatura viva.

Agua engrisecida, seguro que baja de la mina.


El agua corre en el lavadero de este pueblo, reivindicando el recuerdo.

¿Podrás ponerle tú nombre?

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Buso, lo dice todo el mundo...


Condenada de por vida a cadena perpetua por el salvaje y descontrolado avance de la minería a cielo abierto, la Parroquia de Tormaleo aún conserva pequeños guetos de belleza visual y humanidad de gentes. 


A 800 metros de altitud, tendremos que caminar por un pequeño ramal  de pendiente interminable que asciende por la vertiente del arroyo de Pan Porco, si queremos llegar a Buso. La entrada al mismo podremos realizarla desde el vecino pueblo de Luiña o si  queremos acceder con un vehículo podremos hacerlo mediante una pista de aproximadamente medio kilómetro que comienza en la Piadeira, dirección poblado minero y desemboca en el comienzo del pueblo. 


En el siglo XVII, Buso, junto con los dos Villares, formaba parte de un coto señorial perteneciente a los Valledor de Allande, pasando posteriormente a los Mon. Quien les iba a decir a estos señores que este pueblo como tantos otros del concejo de Ibias iban a dar un salto de siglos, pasando de ser cotos de caza a pueblos cazados e hipotecados por el poderío del Señor oscuro que con su maquinaria pesada los tiene en el punto de mira. 


Sus 800 metros de altitud, la orientación norte y  la proximidad del regueiro le han llevado a ganarse el apodo de "Axelaos" y como no hay uno sin dos ni dos sin tres, yo oí que también les decían los "San cumián" ¿Por qué? pues porque junto con los de Fresno, eran las dos únicas aldeas que no tenían fiesta y por tanto iban a comer a todos los pueblos pero ellos nunca daban de comer.


Si hablamos de población sorprende el volumen que aún conserva el pueblo de Buso pese a representar tan solo el 8% de la población de toda la parroquia de Tormaleo. De los 45 vecinos que tenía en 2001 conserva 34 y se convierte así en uno de las aldeas con más población fija durante todo el año. Todo un ejemplo a seguir si añadimos que la mayoría de vecinos que lo componen son jubilados de la minería que han decidido pasar de la ciudad y vivir bien en el lugar que les vio nacer. 


Son abundantes las muestras de arquitectura tradicional que han sabido sobrevivir al paso de los tiempos y que conviven de manera armónica con obras modernas fruto del cambio generacional y la bonanza económica. Casonas de piedra, palleiros, antiguos y variados hórreos y paneras sacan pecho en el pueblo y reclaman protagonismo y belleza frente al feo ladrillo.


Podremos destacar del lugar uno de los conjuntos arquitectónicos mejor conservados de la parroquia: La casa de Xan,  formada por una impresionante casona de piedra, palleiro, panera y corral. La panera de Quinielas o la de Consuelo en impresionante grado de conservación, pondrán la guinda visual si decides dar un paseo conociendo el pueblo de Buso. 


Y si dando el paseo te quedas sin saliva de tanto comentar puedes echar un traguito de agua en las dos fuentes del pueblo, la primera que puedes ver en la foto, se encuentra en el medio del lugar y la otra, en la parte alta del mismo, rodeada de castaños. Recibe el nombre de "El furao" y sus gélidas aguas han sido muy serviciales durante muchos años a los vecinos de Buso, no solo para beber sino por el servicio que daban en época de matanza. 


Destacable será también el souto de frondosos castaños que tiene el pueblo a la entrada, uno de cuyos históricos ejemplares, ya desaparecido, llegó a tener nombre propio "A Espieiróa de Curín" y dar sombra, según decían, a todos los ganados del pueblo. 


Me gustaría también poner imagen a la antigua capilla de San Roque y ubicarla dentro del conjunto del pueblo pero esto no es posible, pues no se conservan restos de la misma. Los vecinos la sitúan en la parte alta del mismo y rumorean con que pudo haber sido quemada durante la Guerra Civil Española, hipótesis que se desvanece en la memoria de los viejos del lugar. Lo que deja de ser hipótesis y cobra protagonismo es su santo, San Roque, aparecido este año en el desván de casa Maruja  y pretexto para poner inicio a la primera fiesta de Buso.


Lo que te pueda contar yo en este reportaje no es sin duda ni una cuarta parte de lo que te puede decir el vecino más famoso del lugar, Quinielas, cuya facilidad de palabra e impresionante poder de captación  te hará atenderle aunque no quieras. ¿Dónde lo puedes encontrar?, no es difícil verlo paseando por los caminos encementados del pueblo, aunque si quieres hacer pleno en esta quiniela, yo te recomiendo que te vayas directo al banco donde todas las tardes se sienta para contar cuentos y te sientes a charlar con él mientras abres los ojos con la impresionante vista que te vas a encontrar. Uno se siente pequeño en ese banco y orgulloso de los tesoros que sin saberlo poseemos. 


Me vais a dejar que termine dedicándole este reportaje a mi tía Carmen, gran corazón el de esta mujer y cuanta superación hay en ella y a Menel, que pese a su juventud es todo un ejemplo a la hora de luchar por su pueblo. ¡Ojalá todos hiciéramos lo mismo!

Ahora.... ¡A disfrutar de Buso!

jueves, 3 de noviembre de 2011

Buscando el pasado

¡Hola!

Mi nombre es Susana y me gustaría saber si alguien pudiera darme datos de mis antepasados de Ibias. Mi abuelo paterno era de San Antolín, se llamaba Manuel Méndez Muñiz. Nació en 1892 y era hijo de Genaro y Manuela, siempre quise saber algo de ahí, pero cuando estuve, me lié con lo bonito del sitio, la iglesia, el río.....Y al final nada. Quiero ir otra vez con tiempo, pero ya teniendo algo claro. Mi padre hablaba que podían ser de Omente. Mi abuelo marcho de Ibias para trabajar en Mieres y no sabemos si tenía hermanos, sobrinos, etc... ¡¡Si pudieras ayudarme!! Quiero saber algo más de nuestras raíces ibienses.


                                                                                                                              

Este es el E-mail que recibí en el día de hoy solicitando ayuda. Lo firma Susana, una chica cuyas raíces descienden del concejo de Ibias y que está intentando conocer más de su pasado para poder así realizar el árbol genealógico de su familia. 

Sus datos son escasos, tan solo nos dice que su abuelo paterno se llamaba Manuel Méndez Muñiz y que  nació en San Antolín de Ibias en 1892.  Sus padres Genaro y Manuela podrían haber sido de Omente. 
Desde aquí, hago un llamamiento pidiendo ayuda a todas aquellas personas que conozcan  algún descendiente de este hombre, qué sepan la casa donde nació y en definitiva que aporten datos que puedan ayudar a Susana a conocer un poco más de su pasado.


Todas aquellas personas que tengan algo de información les pediría que por favor dejaran un comentario en este blog, con el fin de pasarle después toda la información a esta chica. 

Muchísimas gracias de ante mano


martes, 1 de noviembre de 2011

Gracias amigos


Hoy tengo 100.000 razones más por las que estar contento con esas 100.000 visitas que la web Parroquia de Tormaleo tiene registradas en su contador en esos momentos, fruto de la andadura de tres largos años que han dado la creación nada menos que de 186 reportajes. 

Desde que por mi cabeza pasara la idea de construir este blog he tenido muy claro que ensalzaría la belleza de nuestro pueblo y contribuiría en la información  de una Ibias muy desinformada y con muy poco peso en la comunicación. Bastaba teclear en Google la palabra Ibias, para encontrarte con un vació de contenido y unas viejas fotos que para nada le hacían justicia.  Hoy por hoy hemos dado muchos pasos en este sentido, pues Ibias, cuenta con más de 45.000 enlaces en buscadores que pueden ofrecer una imagen de lo que antes ni siquiera existía. 

Hay grandes páginas que llevan años tejiendo lo que en el futuro será sin lugar a dudas  la gran enciclopedia de la cultura Ibiense, Me siento orgulloso de poder realizar, mantener  y contribuir con este sueño que empecé hace ya más de 3 años, en la elaboración del tapiz cultural.

De ese sueño habéis sido muy participes todos vosotros que con vuestras continuadas visitas, gratificantes comentarios y contribuciones en reportajes, me habéis dado empuje para seguir año a año contando el día a día de Ibias. De los más de 1.920 comentarios que abalan el seguimiento y abundante participación  en este blog, la inmensa mayoría siempre han sido positivos y han contribuido al enriquecimiento de los diferentes temas. De los negativos, algunos muy destructivos e incluso despectivos, se han dado en la mayoría de los casos en temas polémicos, en los que el fervor por defender una idea llevaba al insulto fácil que  hace daño en  ese momento  pero que luego comprendes que no merece la pena tenerlo en cuenta.


Siempre que me preguntan lo digo, el lector ibiense es exigente y participativo pues por encima de todo está su amor a la tierra. No dudará en corregirte si metes la pata en alguno de tus reportajes e incluso usará la ironía para hacértelo ver quedando bien. Aportará todo lo que sabe y si no sabe del tema no escribirá. Será agradecido y así te lo hará saber siempre que tu tema cumpla con sus exigencias. La fidelidad será su seña de identidad pues una vez que le gusta tu trabajo lo leerá todas las semanas. 

Presumo de tener un público fiel que semana a semana se interesa por lo que un chaval de Ibias que ni es periodista ni se dedica a ello, escribe en un humilde blog. Me enorgullece cuando la gente me hace saber que le puedo emocionar con un texto o simplemente le hago recordar el pasado. Es muy grande provocar un sentimiento en una persona y más hablando de una tierra a la que quiero tanto. Jamás pensé  llegar tan lejos  y mucho menos con estas cifras, aunque he de reconocer, que si esta página ha tenido algo de éxito es todo gracias a vosotros. 


Antes de que mi discurso  empiece a ponerse igual de empachante que el discurso navideño del Rey, quería aprovechar una vez más para daros las gracias a todos/as por todo el camino andado, simplemente sin vosotros/as la web Parroquia de Tormaleo ni existiría, ni perduraría en el tiempo, ni tendría esta repercusión. Tened por seguro que seguiremos contando por muchos años más....