viernes, 27 de julio de 2012

San Antolín arma la bolera


La capital del concejo de Ibias estrenó el sábado sus nuevas instalaciones con una partida de la liga de vaqueiro entre el equipo local y la peña «Excavaciones José Luis»






La excelente ubicación de la cancha, construida dentro del fantástico entorno natural que acoge la concurrida área recreativa de la localidad, es garantía de atracción de espectadores para los choques de una peña que hasta ahora jugaba sus partidas de forma provisional en la bolera de Ventanueva, lo cual mermaba considerablemente el seguimiento de las competiciones por parte de las gentes de San Antolín.

Junto a la inauguración de las nuevas instalaciones, la peña de Ibias recibirá también un fuerte impulso económico gracias a sus flamantes patrocinios de la panadería Cancela y el mesón-tienda Eiroa, dos pilares que serán esenciales para la financiación de la actividad de una entidad que actualmente marcha quinta en la Tercera División del bolo vaqueiro.

Fuente: Na Nueva España

¿Qué opinión os merece la construcción de esta Bolera?

¿Es prioritaria para el concejo?
¿Creéis bueno su emplazamiento?

¿Hay otras cosas más urgentes y prioritarias en el concejo que esta Bolera?

Yo no sé si será que con el calor continuado que venimos sufriendo en Madrid, ando rabiado pero creo sinceramente que debería dársele prioridad a otro tipo de actuaciones que a mi juicio son de bastante más importancia y como ejemplo y antes de que nadie me demonice, voy a poner una imagen de la fantástica área recreativa con la que el Ayuntamiento ha dotado a la parroquia de Tormaleo...


Eso sí, con unas maravillosas vistas: 


y un sublime mantenimiento: 


No me cansaré de poner estas imágenes hasta que a más de uno se le caiga la cara de vergüenza viéndolas... 

¿Será verdad, tal y como dice el periodista de esta noticia, que el alcalde solo lo es de San Antolín de Ibias?

El tiempo nos lo aclarará....

martes, 10 de julio de 2012

El sudor negro del camino minero

España ya no es lo que era, quizás no tanto por esta transición económica que algunos llaman crisis si no por la arrogancia y despilfarro que teníamos y sentíamos cuando la balanza inclinaba a favor de la riqueza. Nos creíamos ricos y actuábamos en consecuencia, gastábamos lo que no teníamos, pues ya se encargaban los bancos de tapar esos agujeros que luego nos iban a dar tantos quebraderos de cabeza.


Ahora que el tiempo nos ha puesto en el lugar que merecíamos, podríamos ser calificados como españolitos de cartón en calle. La palabra Prima de Riesgo ha pasado a convertirse en nuestra palabra más conocida y La Bolsa, antes reservada para arriesgados, ahora está en boca de todos por aquello de las pérdidas.


Yo que soy asturiano de nacimiento y presumiré de serlo con todas las consecuencias hasta que me muera, tengo cosas más importantes en las que pensar que en esta situación general, propiciada sin duda alguna por algunos embaucadores que con ansias de riqueza se empeñan en serlo cada día más ayudados por esta “casta política” que no deja de sorprendernos cada viernes que pasa.


En medio de la asfixia económica que sin duda alguna nos agorará está un sector, el del carbón, hasta hace unos meses uno más de los que forman el tejido empresarial español, hoy en día, tocado de muerte por un gobierno casi dictatorial que apoyado y alentado por una mayoría absoluta, dicta sentencia sin importarle el consenso, ni los acuerdos, ni el pueblo que al fin y al cabo es el que “sabiamente” lo ha llevado al poder.


José Manuel Soria, Ministro de Industria y para aquel que no le ponga cara “el clon de José María Aznar” por aquello de la apariencia física, dicta hace unos meses su voluntad de recortar nada menos que el 63% las partidas presupuestarias que el gobierno destina al sector de la minería, decapitando con su decisión el sector e incumpliendo de esta manera los acuerdos aprobados en el plan del carbón 2013-2018.


Entran entonces en lucha los mineros, sus mujeres y familias, ayuntamientos y políticos que por moral no comparten la decisión del gobierno pese a ser de su mismo color político. Comarcas y comarcas ven amenazada su continuidad y no es para menos, pues en muchas de ellas es su única forma de vida.


La lucha comienza con el encierro en los pozos de unos mineros que 46 días después, prosiguen, sin esperanza ni negociación. Se unen los cortes de carreteras y la lucha por mantener el puesto de trabajo. Duros enfrentamientos policiales saldados con detenidos encienden si cabe más a unos mineros ausentes de pensamiento por la incertidumbre de su futuro. Las movilizaciones y marchas son continuadas en las comarcas mineras y han llegado en varias ocasiones a la capital de España, sin obtener respuesta por un gobierno más preocupado por hacerse la foto devolviendo “El Códice Calixtino” que por sentarse a negociar con un sector que morirá en el intento antes de darse por vencido.


La desesperación lleva a emprender una Marcha Negra, la tercera de nuestra historia, que tiene como objetivo llegar a Madrid andando. Tres grupos la vertebran, los mineros asturianos, leones y aragoneses que a modo de sangre negra caminan por las arterias del territorio para ir a morir al corazón de España.


Ya hay que tener sangre fría para llegar a plantearse por un momento llegar a pie a Madrid, ponerse el mundo por montera, agarrar el petate, ponerse a caminar desorientado por un objetivo que ni siguiera tendrás la certeza de que se cumpla. Es la desesperación del ser humano que le lleva a hacer estos sacrificios, a luchar con todos sus medios para reivindicar algo tan simple como el derecho al trabajo.


El sudor se apodera de ti y la mente que en muchas ocasiones se convierte en un arma de doble filo, empieza a flaquear cavilando en el fantasma del paro. Las piernas se desalientan a medida que van avanzando kilómetros ayudadas del callado y unos resentidos pies, empiezan romperse a modo de ampolla dando problemas. El cansancio convive con ellos desde el primer momento pero a medida que pasan los días empieza a hacerse insoportable. Es entonces cuando recibir una llamada de tus hijos te hace recordar el por qué estás andando y te hace sacar las fuerzas para seguir en el camino de la lucha negra.


La valentía de afrontar el camino por etapas e ir conquistándolas día a día es el reto que traen por delante y la ayuda de los pueblos por los que pasan, siempre alentadora, les hace tener la moral alta en esta lucha por el futuro del carbón.


Cuatro mineros de Ibias, de los cuales me siento profundamente orgulloso, llevan caminando junto con sus otros compañeros 20 interminables días bajo el sol abrasador de una meseta que ya han atravesado. Cuanto tesón, unión y valentía la que demuestran estos mineros, de casta, que a lo todos para uno sudan el futuro de su trabajo.


No soy minero, ni de lejos trabajo en un trabajo de similares características pero me solidarizo con ellos, con su lucha, que no deja de ser la de todos nosotros, que más cobardes nos conformamos con lo que nos dan, por muy malo que sea. Valga este granito de arena para mitigar su cansancio y subir su ánimo, porque no están solos, son muchas las generaciones de mineros, que pese a no serlo, están ahí apoyando y repudiando este atropello que nos quieren endosar como a tontos.


No puedo ser imparcial, ni objetivo, si ya decimos de ante mano con orgullo que soy hijo de minero y que todo lo que tengo y lo que soy se lo debo al hombre que durante 30 años arriesgo valientemente su vida para mejorar la mía. Por eso este conflicto es el de todos nosotros ya que directa o indirectamente somos mineros y estamos en combate por  la supervivencia de un sector condenado a morir antes de tiempo, hipotecando con su defunción, unas comarcas mineras las cuales no han conocido otra forma de subsistir.


Este cierre de la minería supondría para el Suroccidente Asturiano el desahucio más absoluto, lo convertiríamos en unos años en una zona fantasma. Por ello hago un llamamiento a todos aquellos que quieren la tierra, a todos aquellos que tienen vinculación con la minería, a tantos y tantos alcaldes y ex alcaldes de las comarcas mineras, a los jubilados y prejubilados tanto de las minas como de las canteras y al paisanaje que sienta que debe estar en la manifestación del día 11 de Julio, que no se lo piense, que acuda, pues no hay mayor método de presión que un pueblo unido y luchador y de esto los mineros nos pueden dar buen ejemplo.


Por ellos, por nosotros y nuestras comarcas tenemos que arrimar el hombro para que su lucha sea nuestro orgullo un día más. Orgullo minero y a seguir con la lucha porque a pesar de que quieren acabar con todo, aquí han topado en hueso duro y curtido, han topado con un sector unido que no se deja chulear por un gobierno sin rumbo al que solo le interesa el recorte al pobre, qué es lo más fácil.


Mineros de casta, mineros valientes y luchadores, estáis haciendo historia tal y como ya la hicieron vuestros padres y abuelos en el pasado. Sentíos orgullosos de sentir que vuestros hijos el día de mañana tendrán orgullo de vosotros y no sentirán vergüenza de decir como yo, que mi padre fue minero….