España ya no es lo que era, quizás no tanto por esta transición económica que algunos llaman crisis si no por la arrogancia y despilfarro que teníamos y sentíamos cuando la balanza inclinaba a favor de la riqueza. Nos creíamos ricos y actuábamos en consecuencia, gastábamos lo que no teníamos, pues ya se encargaban los bancos de tapar esos agujeros que luego nos iban a dar tantos quebraderos de cabeza.
Ahora que el tiempo nos ha puesto en el lugar que merecíamos, podríamos ser calificados como españolitos de cartón en calle. La palabra Prima de Riesgo ha pasado a convertirse en nuestra palabra más conocida y La Bolsa, antes reservada para arriesgados, ahora está en boca de todos por aquello de las pérdidas.
Yo que soy asturiano de nacimiento y presumiré de serlo con todas las consecuencias hasta que me muera, tengo cosas más importantes en las que pensar que en esta situación general, propiciada sin duda alguna por algunos embaucadores que con ansias de riqueza se empeñan en serlo cada día más ayudados por esta “casta política” que no deja de sorprendernos cada viernes que pasa.
En medio de la asfixia económica que sin duda alguna nos agorará está un sector, el del carbón, hasta hace unos meses uno más de los que forman el tejido empresarial español, hoy en día, tocado de muerte por un gobierno casi dictatorial que apoyado y alentado por una mayoría absoluta, dicta sentencia sin importarle el consenso, ni los acuerdos, ni el pueblo que al fin y al cabo es el que “sabiamente” lo ha llevado al poder.
José Manuel Soria, Ministro de Industria y para aquel que no le ponga cara “el clon de José María Aznar” por aquello de la apariencia física, dicta hace unos meses su voluntad de recortar nada menos que el 63% las partidas presupuestarias que el gobierno destina al sector de la minería, decapitando con su decisión el sector e incumpliendo de esta manera los acuerdos aprobados en el plan del carbón 2013-2018.
Entran entonces en lucha los mineros, sus mujeres y familias, ayuntamientos y políticos que por moral no comparten la decisión del gobierno pese a ser de su mismo color político. Comarcas y comarcas ven amenazada su continuidad y no es para menos, pues en muchas de ellas es su única forma de vida.
La lucha comienza con el encierro en los pozos de unos mineros que 46 días después, prosiguen, sin esperanza ni negociación. Se unen los cortes de carreteras y la lucha por mantener el puesto de trabajo. Duros enfrentamientos policiales saldados con detenidos encienden si cabe más a unos mineros ausentes de pensamiento por la incertidumbre de su futuro. Las movilizaciones y marchas son continuadas en las comarcas mineras y han llegado en varias ocasiones a la capital de España, sin obtener respuesta por un gobierno más preocupado por hacerse la foto devolviendo “El Códice Calixtino” que por sentarse a negociar con un sector que morirá en el intento antes de darse por vencido.
La desesperación lleva a emprender una Marcha Negra, la tercera de nuestra historia, que tiene como objetivo llegar a Madrid andando. Tres grupos la vertebran, los mineros asturianos, leones y aragoneses que a modo de sangre negra caminan por las arterias del territorio para ir a morir al corazón de España.
Ya hay que tener sangre fría para llegar a plantearse por un momento llegar a pie a Madrid, ponerse el mundo por montera, agarrar el petate, ponerse a caminar desorientado por un objetivo que ni siguiera tendrás la certeza de que se cumpla. Es la desesperación del ser humano que le lleva a hacer estos sacrificios, a luchar con todos sus medios para reivindicar algo tan simple como el derecho al trabajo.
El sudor se apodera de ti y la mente que en muchas ocasiones se convierte en un arma de doble filo, empieza a flaquear cavilando en el fantasma del paro. Las piernas se desalientan a medida que van avanzando kilómetros ayudadas del callado y unos resentidos pies, empiezan romperse a modo de ampolla dando problemas. El cansancio convive con ellos desde el primer momento pero a medida que pasan los días empieza a hacerse insoportable. Es entonces cuando recibir una llamada de tus hijos te hace recordar el por qué estás andando y te hace sacar las fuerzas para seguir en el camino de la lucha negra.
La valentía de afrontar el camino por etapas e ir conquistándolas día a día es el reto que traen por delante y la ayuda de los pueblos por los que pasan, siempre alentadora, les hace tener la moral alta en esta lucha por el futuro del carbón.
Cuatro mineros de Ibias, de los cuales me siento profundamente orgulloso, llevan caminando junto con sus otros compañeros 20 interminables días bajo el sol abrasador de una meseta que ya han atravesado. Cuanto tesón, unión y valentía la que demuestran estos mineros, de casta, que a lo todos para uno sudan el futuro de su trabajo.
No soy minero, ni de lejos trabajo en un trabajo de similares características pero me solidarizo con ellos, con su lucha, que no deja de ser la de todos nosotros, que más cobardes nos conformamos con lo que nos dan, por muy malo que sea. Valga este granito de arena para mitigar su cansancio y subir su ánimo, porque no están solos, son muchas las generaciones de mineros, que pese a no serlo, están ahí apoyando y repudiando este atropello que nos quieren endosar como a tontos.
No puedo ser imparcial, ni objetivo, si ya decimos de ante mano con orgullo que soy hijo de minero y que todo lo que tengo y lo que soy se lo debo al hombre que durante 30 años arriesgo valientemente su vida para mejorar la mía. Por eso este conflicto es el de todos nosotros ya que directa o indirectamente somos mineros y estamos en combate por la supervivencia de un sector condenado a morir antes de tiempo, hipotecando con su defunción, unas comarcas mineras las cuales no han conocido otra forma de subsistir.
Este cierre de la minería supondría para el Suroccidente Asturiano el desahucio más absoluto, lo convertiríamos en unos años en una zona fantasma. Por ello hago un llamamiento a todos aquellos que quieren la tierra, a todos aquellos que tienen vinculación con la minería, a tantos y tantos alcaldes y ex alcaldes de las comarcas mineras, a los jubilados y prejubilados tanto de las minas como de las canteras y al paisanaje que sienta que debe estar en la manifestación del día 11 de Julio, que no se lo piense, que acuda, pues no hay mayor método de presión que un pueblo unido y luchador y de esto los mineros nos pueden dar buen ejemplo.
Por ellos, por nosotros y nuestras comarcas tenemos que arrimar el hombro para que su lucha sea nuestro orgullo un día más. Orgullo minero y a seguir con la lucha porque a pesar de que quieren acabar con todo, aquí han topado en hueso duro y curtido, han topado con un sector unido que no se deja chulear por un gobierno sin rumbo al que solo le interesa el recorte al pobre, qué es lo más fácil.
Mineros de casta, mineros valientes y luchadores, estáis haciendo historia tal y como ya la hicieron vuestros padres y abuelos en el pasado. Sentíos orgullosos de sentir que vuestros hijos el día de mañana tendrán orgullo de vosotros y no sentirán vergüenza de decir como yo, que mi padre fue minero….
Ahora que el tiempo nos ha puesto en el lugar que merecíamos, podríamos ser calificados como españolitos de cartón en calle. La palabra Prima de Riesgo ha pasado a convertirse en nuestra palabra más conocida y La Bolsa, antes reservada para arriesgados, ahora está en boca de todos por aquello de las pérdidas.
Yo que soy asturiano de nacimiento y presumiré de serlo con todas las consecuencias hasta que me muera, tengo cosas más importantes en las que pensar que en esta situación general, propiciada sin duda alguna por algunos embaucadores que con ansias de riqueza se empeñan en serlo cada día más ayudados por esta “casta política” que no deja de sorprendernos cada viernes que pasa.
En medio de la asfixia económica que sin duda alguna nos agorará está un sector, el del carbón, hasta hace unos meses uno más de los que forman el tejido empresarial español, hoy en día, tocado de muerte por un gobierno casi dictatorial que apoyado y alentado por una mayoría absoluta, dicta sentencia sin importarle el consenso, ni los acuerdos, ni el pueblo que al fin y al cabo es el que “sabiamente” lo ha llevado al poder.
José Manuel Soria, Ministro de Industria y para aquel que no le ponga cara “el clon de José María Aznar” por aquello de la apariencia física, dicta hace unos meses su voluntad de recortar nada menos que el 63% las partidas presupuestarias que el gobierno destina al sector de la minería, decapitando con su decisión el sector e incumpliendo de esta manera los acuerdos aprobados en el plan del carbón 2013-2018.
Entran entonces en lucha los mineros, sus mujeres y familias, ayuntamientos y políticos que por moral no comparten la decisión del gobierno pese a ser de su mismo color político. Comarcas y comarcas ven amenazada su continuidad y no es para menos, pues en muchas de ellas es su única forma de vida.
La lucha comienza con el encierro en los pozos de unos mineros que 46 días después, prosiguen, sin esperanza ni negociación. Se unen los cortes de carreteras y la lucha por mantener el puesto de trabajo. Duros enfrentamientos policiales saldados con detenidos encienden si cabe más a unos mineros ausentes de pensamiento por la incertidumbre de su futuro. Las movilizaciones y marchas son continuadas en las comarcas mineras y han llegado en varias ocasiones a la capital de España, sin obtener respuesta por un gobierno más preocupado por hacerse la foto devolviendo “El Códice Calixtino” que por sentarse a negociar con un sector que morirá en el intento antes de darse por vencido.
La desesperación lleva a emprender una Marcha Negra, la tercera de nuestra historia, que tiene como objetivo llegar a Madrid andando. Tres grupos la vertebran, los mineros asturianos, leones y aragoneses que a modo de sangre negra caminan por las arterias del territorio para ir a morir al corazón de España.
Ya hay que tener sangre fría para llegar a plantearse por un momento llegar a pie a Madrid, ponerse el mundo por montera, agarrar el petate, ponerse a caminar desorientado por un objetivo que ni siguiera tendrás la certeza de que se cumpla. Es la desesperación del ser humano que le lleva a hacer estos sacrificios, a luchar con todos sus medios para reivindicar algo tan simple como el derecho al trabajo.
El sudor se apodera de ti y la mente que en muchas ocasiones se convierte en un arma de doble filo, empieza a flaquear cavilando en el fantasma del paro. Las piernas se desalientan a medida que van avanzando kilómetros ayudadas del callado y unos resentidos pies, empiezan romperse a modo de ampolla dando problemas. El cansancio convive con ellos desde el primer momento pero a medida que pasan los días empieza a hacerse insoportable. Es entonces cuando recibir una llamada de tus hijos te hace recordar el por qué estás andando y te hace sacar las fuerzas para seguir en el camino de la lucha negra.
La valentía de afrontar el camino por etapas e ir conquistándolas día a día es el reto que traen por delante y la ayuda de los pueblos por los que pasan, siempre alentadora, les hace tener la moral alta en esta lucha por el futuro del carbón.
Cuatro mineros de Ibias, de los cuales me siento profundamente orgulloso, llevan caminando junto con sus otros compañeros 20 interminables días bajo el sol abrasador de una meseta que ya han atravesado. Cuanto tesón, unión y valentía la que demuestran estos mineros, de casta, que a lo todos para uno sudan el futuro de su trabajo.
No soy minero, ni de lejos trabajo en un trabajo de similares características pero me solidarizo con ellos, con su lucha, que no deja de ser la de todos nosotros, que más cobardes nos conformamos con lo que nos dan, por muy malo que sea. Valga este granito de arena para mitigar su cansancio y subir su ánimo, porque no están solos, son muchas las generaciones de mineros, que pese a no serlo, están ahí apoyando y repudiando este atropello que nos quieren endosar como a tontos.
No puedo ser imparcial, ni objetivo, si ya decimos de ante mano con orgullo que soy hijo de minero y que todo lo que tengo y lo que soy se lo debo al hombre que durante 30 años arriesgo valientemente su vida para mejorar la mía. Por eso este conflicto es el de todos nosotros ya que directa o indirectamente somos mineros y estamos en combate por la supervivencia de un sector condenado a morir antes de tiempo, hipotecando con su defunción, unas comarcas mineras las cuales no han conocido otra forma de subsistir.
Este cierre de la minería supondría para el Suroccidente Asturiano el desahucio más absoluto, lo convertiríamos en unos años en una zona fantasma. Por ello hago un llamamiento a todos aquellos que quieren la tierra, a todos aquellos que tienen vinculación con la minería, a tantos y tantos alcaldes y ex alcaldes de las comarcas mineras, a los jubilados y prejubilados tanto de las minas como de las canteras y al paisanaje que sienta que debe estar en la manifestación del día 11 de Julio, que no se lo piense, que acuda, pues no hay mayor método de presión que un pueblo unido y luchador y de esto los mineros nos pueden dar buen ejemplo.
Por ellos, por nosotros y nuestras comarcas tenemos que arrimar el hombro para que su lucha sea nuestro orgullo un día más. Orgullo minero y a seguir con la lucha porque a pesar de que quieren acabar con todo, aquí han topado en hueso duro y curtido, han topado con un sector unido que no se deja chulear por un gobierno sin rumbo al que solo le interesa el recorte al pobre, qué es lo más fácil.
Mineros de casta, mineros valientes y luchadores, estáis haciendo historia tal y como ya la hicieron vuestros padres y abuelos en el pasado. Sentíos orgullosos de sentir que vuestros hijos el día de mañana tendrán orgullo de vosotros y no sentirán vergüenza de decir como yo, que mi padre fue minero….
15 comentarios:
Hola Angel.
Son 4 mineros los que están haciendo, o mejor dicho ya terminaron la caminata, uno de ellos lo dejó por problemas personales, pero se incorporó a la marcha un nuevo minero de Ibias.
Muy bonito reportaje, ya me parecía raro que no publicaras algo de este tema, tu que siempre estás 100% con todo lo que sucede en Ibias (y tengo entendido que estás bastante lejos)......estás dando tu más apoyo al sector de la mineria, que algún que otro minero.
Gracias por la publicación. Un saludo
Te felicito por el buen trabajo.
Yo te sigo desde Barcelona, aunque soy nacido en Cecos.
Te felicito por el buen trabajo.
Yo te sigo desde Barcelona, aunque soy nacido en Cecos.
Gracias por nada, como bien digo en el reportaje esta lucha es la de todos. Apoyo incondicional al minero, el ejemplo de la lucha obrera española del cuál siento orgullo.
Yo que vivo en Madrid, hoy estaré apoyándolo a estos héroes que una vez más con su unión han hecho historia.
Un gran saludo y muchas gracias por tu corrección amigo.
Hoy, los que somos de cuencas mineras, estamos con ellos aunque no fisicamente(y no es por ganas), pero creo que esto tendría que ser un aldabonazo a la sociedad para que despierte y luche, ¡que nos estan aborregando¡.
"Si luchamos podemos perder pero si no luchamos estamos perdidos"
Salud.
Mi apollo a los minero y a la minería.
Como ex minero que puedo decir,que se te saltan las lagrimas cuando lo ves en las noticias,a pesar de la censura mediática de la "casta",por problemas el día antes,es decir el día 10, ajenos a mi voluntad, no pude ir,pero mi apoyo siempre.Como muy bien dice Aladino,luchando se puede perder pero sin luchar ya esta perdido.Un saludo a mis compañeros de la marcha,que aunque intente ponerme en contacto telefónico con alguno durante estos días,siempre me daba comunicando.
Animo compañeros
precioso testimonio de lo que es y fue y un ejemplo a seguir...saludos
Hoy a todos nos gustaría ser mineros, los albañiles, los obreros del metal, los taxistas, los trabajadores del campo, los autonomos los que quedaron en el paro, excepto los que viven de la politica, TODOS QUEREMOS SER MINEROS
Qué morro
No te preocupes anónimo, a la mitad se les pasarían las ganas nada mas andar los primeros 50 metros de galería,un 20% al llegar a la primera rampa,el resto, alguno marcharía después del primer día.
hola chapras,sigo pensando que hoy a todos nos gustaría ser mineros,tu bien sabes que la mina de hoy no es la de hace 30 años
¿ Quién suvebciona las empresas que cierran y sus empleados van a la calle?.
Os entiendo perfectamente pero cuidadin la gente ya no apoya tanto a la minería y de ser solidarios ser con todos y mirar a vuestro alrededor.
Ya miramos, anónimo,en cuanto a la gente, según,con la campaña de desprestigio que nos metió el gobierno supongo que alguno se lo creerán,pero hay que constatar la realidad,no solo lo que dice el parte oficial.Para ponerte un ejemplo,hay una foto que dio la vuelta al mundo,un anti disturbios apuntando con la escopeta a una niña de 6 años, aquí ni se publico,y en la red duro 2 horas, infórmate,y compara,te llevaras muchas sorpresas,de sueldos, condiciones etc etc,te aseguro que la campaña de que son unos privilegiados se quedaría en nada,no sé yo donde esta el privilegio de ganarse el pan debajo de tierra,pero bueno,es una manera de verlo.Solamente decirte una cosa mas,tengo 50 años, me pre jubile con 46,y estoy totalmente destrozado de los huesos, columna,codos rodillas...y yo era electromecánico,que no es de las categorías mas duras, imagínate un picador o un barrenista.
A, se me olvidaba,claro que la mina no es lo mismo que hace 30 años, anónimo,pero la seguridad es obligatoria en cualquier trabajo no solo en la mina,en cuanto a la mecanizacion, si es a eso a lo que te refieres, no esta hecha para la comodidad del minero, ni para que trabaje menos,no te confundas,si no para que produzca mas con el mismo esfuerzo,por lo de mas, hay que seguir entrando debajo de tierra como siempre,picando con martillo en muchos caso,el polvo el mismo o mas,la humedad no se invento nada para combatirla etc,etc.Las capas de 0,80 cm se sigue trabajando las 7 horas en 1 m de ancho por 0,80 cm de alto,y en algunas ocasiones con un chorro de agua encima,y un regato por debajo,si te parecen condiciones optimas a tí, a mi no desde luego.
hola chapras:creo que vamos a tener una relacióon apistolar(vía internet), está visto que no compartimos el mismo punto de vista pero quiero dejar claro que yo no pienso lo que pienso por lo que diga o deje de decir el gobierno de turno(también soy una perjudicada de los diferentes gobiernos).
Con todos mis respetos a los mineros(soy familia de mineros)pero también a los transportistas, albañiles, trabajadores del campo, de la mar... ¿estas profesiones no tienen riesgo? no se desloman cada día ? y no están sometidos a grandes presiones? y para llegar a la jubilación tienen que tener 65 años.
Tienes que entender que vosotros, los mineros, tenéis reconocidos unos acuerdos de película y que a otros colectivos les están borrando de un plumazo de derechos adquiridos.
Y por último, en mi trabajo ni me mojo ni tengo un regato debajo de los pies pero tengo problemas cervicales y lumbares (derivadas de las condicines de trabajo) me queda algún año para jubilarme ( si puedo) y he cotizado a la seguridad social 43 años.
Hasta la próxima
je,je,tienes razón,pero yo en ningún momento cuestione los riesgos de otras profesiones(tengo un hermano camionero)solo aclararte una cosa,los derechos,aunque suene a tópico,hay que luchar por ellos(y en eso los mineros,sin animo de exagerar os llevamos 30 años al resto),algunos como las pre jubilaciones,nos los dieron,mas bien nos los impusieron,pero no gratuitamente,por hacernos un favor,si no a cambio de reducir la producción,con la consiguiente perdida de puestos de trabajo,y lo que es peor, a largo plazo de derechos,no te creas eso de que van a cerrar todas las minas,van a quedar muchas,pero con condiciones y salarios del tercer mundo, y con la que esta cayendo si lo quieres bien y si no hay 100 esperando.Tienes 43 años cotizados que son muchos,yo me voy a jubilar con 39,y te aseguro que si sumamos las cantidades cotizadas,es decir lo que me descontaron y me descontaran,casi te doblo,trabajes en el gremio que trabajes.Te lo dije y te lo repito, infórmate,solo ves las flores,pero hay mucho cardo de por medio,ademas,¿desde cuando le dan los duros a 4 pesetas a ningún obrero?sea minero transportista etc,si dan algo es para sacar el triple,no lo olvides.
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