Tanto el factor edáfico (suelo) como el climatológico son los principales determinantes para el cultivo de la vid. En Marentes una baja altitud media del área (320 m.s.n.m) garantizarían unas temperaturas medias suaves, heladas reducidas, de escaso ímpetu en caso de producirse, ausencia general de nieblas y una mayor radiación solar anual. El suelo a pesar de ser ácido y pobre en nutrientes es idóneo ya que presenta un buen drenaje impidiendo el encharcamiento. También presenta partículas sueltas (en especial de tipo pizarroso) lo que constituye un elemento muy positivo. Todo ello nos permite hablar de Marentes como un sitio propicio para el cultivo de la vid tanto desde el punto de vista edáfico como desde el climatológico.
¿Cómo es el viñedo de Marentes?
El viñedo de Marentes, es un viñedo de una altitud más bien baja (290-350 m.s.n.m). Dentro de las parcelas estudiadas todas ellas dentro de la Indicación Geográfica Protegida, éstas tenían una superficie media de 0.32 hectáreas, es decir, se caracterizan por un minifundismo muy marcado constituyendo casi la mitad de la superficie media de su vecino Cangas. Las parcelas tienden a tener una orientación hacia el Norte lo que resulta una novedad comparado con el otro viñedo suroccidental que suele asentarse sobre aquellas vertientes de dominio Oeste, Este o Sur, esto puede ser debido al mayor matiz mediterráneo del clima de Ibias que no tiene tanta dependencia sobre el factor solar. El desnivel medio se sitúa en torno al 35% pero no existe abancalamiento. En comparación con Cangas, el viñedo de Marentes tiene menos desnivel y por lo tanto no necesita recurrir al abancalamiento. El régimen de tenencia que se impone en todos los casos es el de propiedad. El número de personas medias dedicadas de continuo a la viña y no de forma esporádica como en la vendimia es de dos. Las parcelas suelen presentar una accesibilidad buena pudiendo ser mecanizadas.
PRODUCCIÓN:
La producción media es de casi 8.000 kilos /hectárea. Sería moderadamente menos que su vecino cangués pero esto tendría explicación en que el viñedo de Marentes es muy joven todavía y en muchas ocasiones de reciente plantación y por lo tanto no ha alcanzado todavía su óptimo de productividad. Las variedades presentes en el área, serían las de: “Mencia”, “Verdejo tinto”, “Albarín tinto”, “Albarín blanco” y “Garnacha tintoreta”. La variedad con mayor presencia como en el caso de Cangas es la de “Mencia” pero la diferencia derivaría de que en términos globales el vino blanco tendría una mayor importancia en Marentes alcanzando una representación del 44%, de todos modos el tinto sigue siendo el de mayor importancia significando el 56% restante. El hecho de que Marentes tenga una mayor representación de las variedades blancas que Cangas, es muy positivo ya que la experiencia de los últimos años constada además por diversos estudios han venido a indicar que son las blancas las que mejores rendimientos tanto cualitativos como cuantitativos ofrecen y por ello Marentes sería el área de producción dentro del marco normativo “Vinos de calidad de Cangas” que mejor orientada parece tener la producción hacia una mejor y mayor productividad vitiviníloca en un futuro.
2 comentarios:
Interesante tema, en nuestro concejo se consume mucho vino.¿quien no toma una copita de al comer?aparte de que en casi todas las casas se hace vino,aunque no se tenga uvas propias las traemos del bierzo.
Tambien hacemos unos orujos que no te digo nada los grados que tienen.
Me encanto tu reportaje espero nos siga sorprendiendo un saludo.
como bien dijo Aznar; viva el vino ! y para darle un toque personal, viva el vino y viva Ibias!
A mí personalmente sólo me gusta el blanco...y si es del asturiano mejor que mejor!
Saludo!
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