La Xunta ha retirado la custodia a los padres temporalmente y las familias de acogida eligieron el colegio de San Antolín de Ibias.
El Principado acaba de asumir la escolarización de cuatro menores gallegos a cuyos padres se les ha retirado temporalmente la custodia, según confirmó ayer la Consejería de Educación y Universidades, que precisó que se trata de una decisión ajena al departamento que dirige Ana Isabel Álvarez.
Los menores acuden ya a clases con normalidad en el Colegio de San Antolín de Ibias después de que sus padres, residentes en una comuna hippie instalada en la aldea lucense de O Foxo a finales de la década de los setenta, hayan perdido temporalmente su custodia y después también de que la Consellería de Cultura e Educación gallega haya decidido cerrar la escuela a la que acudían (y de la que eran alumnos únicos) en Negueira de Muñiz, un municipio de 210 vecinos que es el menos poblado de Galicia.
Los menores, que siguen viviendo allí, han comenzado el año escolarizados en las aulas de Infantil y Primaria San Antolín de Ibias, el municipio limítrofe, una decisión de sus familias de acogida que, «sin duda, es la mejor para los niños».
Así se expresaban ayer mayoritariamente los vecinos de San Antolín tras conocer el cierre del CEIP de Negueira y de su matriculación en el CEB Aurelio Menéndez de la capital ibiense. A la salida de las clases, muchas madres que desean guardar el anonimato aseguraban que, según les habían contado sus propios hijos, los cuatro niños escolarizados «se han adaptado perfectamente y a pesar de su corta edad, o quizá por ello, de modo que la integración es perfecta». Una circunstancia a la que ayuda, precisaban, que toda la comunidad educativa «se haya volcado con los alumnos, que se muestran encantados con el cambio».
Los cuatro escolares, dos de Infantil y dos Primaria, vivían en O Foxo con sus padres hasta las pasadas navidades. Fue entonces cuando la Xunta de Galicia le retiró la custodia a los progenitores, supuestamente por un problema de malos tratos a una de sus hijas. Los pequeños fueron entregados en adopción temporal a dos familias de los pueblos cercanos de Ernes y Vilar de Ernes. Todos ellos conocen la 'Comuna de Negueira', donde a partir de los años ochenta comenzaron a instalarse hippies llegados de toda España y de distintos países del centro de Europa.
A la escuela en lancha
La pareja de Vilar de Ernes ya tenía a sus dos hijos biológicos escolarizados desde setiembre de 2010 en San Antolín de Ibias, por lo que decidió matricular a los dos menores acogidos temporalmente en el mismo centro educativo, algo que también hicieron los de Ernes, «con el fin de no separar a los hermanos». Y a estos seis alumnos se suma otro de Pena Nogueira que lleva escolarizados en Ibias desde setiembre de 2011.
Otro de los motivos que pudo llevar a los padres a matricular a los niños en el colegio asturiano es acabar con la endogamia social que, según algunos expertos, podrían padecer estos escolares, al ser los cuatro de una misma familia y los únicos que asistían a la escuela de Negueira. En San Antolín, en cambio, junto con más de setenta alumnos de toda la comarca, podrán acceder a una educación más socializada y compartir con otros niños la vida escolar, opinan algunos.
A esto se suma que la comarca de Foxo está situada en la margen derecha de embalse del Navia y que para acceder a la escuela de Negueira tenían que cruzar el río en lancha, mientras que para llegar al colegio de San Antolín el trayecto se realiza por carretera.
Por eso, allí consideran que «los padres de acogida pensaron que a buen seguro era lo mejor para los niños y, si lo mejor está en San Antolín, las fronteras de comunidades no deben de poner freno a las pretensiones de las familias ni a la educación de los niños», señalaron varios vecinos. «El censo municipal está abierto a todos y, si alguien cree que para su familia es mejor estar censado en Ibias que en otro lugar, nosotros encantados. Mucho más si hablamos de la educación de unos niños», señalaron fuentes municipales.
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