Adiós vieja carretera, adiós

Lo que durante una treintena de años venía siendo una reivindicación vecinal y una de las principales obras de infraestructura con la que dotar al concejo de Ibias  se ha convertido en toda una realidad.

Con un plazo de ejecución de 24 meses la AS-212 luce hoy en día sus mejores curvas ampliando un carril a la que sería la única encargada durante tanto tiempo de aislar a los dos principales núcleos de población de Ibias.

(tramo por terminar entre los pueblos de Torga y Luiña)

Poco queda ya de los agotadores 45 minutos de maltrecha carretera donde afloraban los nervios, el miedo a encontrarse a o con estaba siempre presente en tu cabeza y el temor al después de la curva hacia sudar tus manos, pues todo esto ya forma parte del pasado, ahora, unos 20 o 25 cómodos minutos te hacen sentir el corazón de Ibias más cercano, con algunos tramos limitados a nada menos que a 80 kilómetros por hora y la seguridad que ofrecen los quitamiedos en todo el recorrido, hará que dejes de sudar y empieces a disfrutar de la conducción y del impresionante paisaje. 

No os creáis que la obra ha estado exenta de polémicas, pues no es así, a las repetidas peleas con los vecinos de los pueblos afectados por el destrozo de fincas e incluso de casas, se le unían los parones que durante meses ha tenido que soportar esta carretera debido a la ausencia de presupuesto y los continuados cortes en la misma, que han impedido en ocasiones el abastecimiento de víveres. Hoy en día, sin ejecutar aún 4 kilómetros de trazado a la altura de la Louseira en la parroquia de Tormaleo, parece no querer cerrarse ese capítulo que le ha llevado a conseguir el galardón a la carretera más peligrosa de Ibias.

Y como chapuzas haberlas hailas por todos los sitios, mención merecen aquellas que afectan a la seguridad de todos y pueden constituir un gran peligro. Hablo del puente levantado, por decir algo, a la altura de Folgueiras de Boiro y literalmente vencido y doblado por su propio peso. Aunque lógicamente se encuentra cortado, nos da una idea de la "tremenda calidad" utilizada en la realización de esta obra. 

Polémicas aparte, debemos de estar contentos ya que por fin tenemos una arteria aorta sin atascos por colesterol, que tanto mal nos ha hecho a todos, produciendo la incomunicación, la lejanía entre dos tierras que llevan el mismo nombre y muy probablemente culpable de la "mala relación" entre ellas. Por fin podemos dejar las escusas a parte y decir que no subimos a la montaña o bajamos a la ribeira por que no nos da la gana, no por la falta de comunicación entre ellas.

Sin duda alguna no puedo acabar este reportaje sin dedicar estas fotos, a los mineros, escolares, transportistas y cuanta persona se haya jugado la vida en esta carretera, con lluvia, con nieve, con helada o simplemente al pasar por ella semana tras semana.

Hay obras que son necesarias y esta era una de ellas. Dar las gracias a todas aquellas personas que han hecho posible este fin de peaje  y solo me queda decir una cosa:

!! A disfrutarla!!