miércoles, 12 de febrero de 2014

Los médicos subestimaron el atragantamiento de la niña fallecida en Ibias, según el forense

Un informe presentado ante el juez Sorando constata que en el caso de la menor era aconsejable una broncoscopia - La familia pedirá responsabilidades penales


Un segundo informe forense en el caso de Ana Suárez Fernández, la niña de 18 meses de Luiña (Ibias) que falleció al atragantarse con una palomita, considera que "probablemente" los médicos minusvaloraron el episodio. Esta apreciación coincide con la de la familia, que ahora pedirá responsabilidades penales por lo que consideran una flagrante negligencia. El caso está siendo instruido por el magistrado Ángel Sorando, del Juzgado número 2 de Oviedo, quien ya ha tomado declaración al pediatra, un médico adjunto y un residente que atendieron a la menor, aunque falta algún otro facultativo. Estos médicos desestimaron, según la familia, la realización de una broncoscopia para determinar si efectivamente la niña tenía una palomita en uno de los pulmones.


El informe forense remitido al Juzgado, e interesado por el letrado de la familia, Ignacio Pérez Arévalo, indica que "concurren en el presente caso aspectos médicos que aconsejaban por sospecha de aspiración de cuerpo extraño la práctica de una broncoscopia exploratoria". Y también que "con dicha técnica se podría haber extraído el material broncoaspirado".

La madre de la niña, Cecilia Fernández, asegura que los médicos desestimaron realizarle la prueba por la "falta de colaboración" de la niña, y en la creencia de que la hiperventilación que sufría en uno de sus pulmones era producto de la presencia de moco, y no del grano de maíz que había ingerido. Los médicos consideraban además que la prueba, a una edad tan temprana, podía tener efectos indeseados, al requerir de sedación.


La pesadilla se inició el sábado 9 de marzo del año pasado, cuando la menor se atragantó con una palomita. Comenzó un periplo por diferentes centros del suroccidente, hasta que, ya por la tarde, los padres terminaron con la niña en el Hospital Central. Allí le hicieron una radiografía y permaneció en observación a lo largo de la noche del sábado y la madrugada del domingo. Ya por la mañana, pasaron a ver a la menor una cirujana y un pediatra, quien decidió dar de alta a la niña, al considerar que no tenía nada dentro del pulmón. Únicamente debía acudir en 15 días al pediatra habitual de la menor.

La mujer no las tenía todas consigo y aún después de que le diesen el alta llevó a la pequeña al médico de familia, para que comprobase su estado, y la tuvo vigilada. Sin embargo, llegó el jueves, 14 de marzo, y ocurrió la tragedia. La niña se levantó con tos y la madre contempló cómo su hija se le iba entre los brazos. Aunque ella misma le hizo el boca a boca y la llevaron al consultorio de Tormaleo, nada pudo hacerse por salvarla. Los padres iniciaron un proceso para aclarar las responsabilidades por la muerte de la pequeña, al considerar que hubo una clara negligencia.


Sin médico en Tormaleo

En medio del drama que vive esta familia, han recibido un nuevo golpe muy difícil de interpretar. La médico de cabecera de Tormaleo ha presentado una solicitud de rechazo de asignación. El escrito enviado por el Servicio de Salud del Principado (SESPA) a la familia, "parece decir que la médico habría perdido la confianza", según señala el letrado Ignacio Pérez Arévalo.

Fue esta médico la primera que atendió a la pequeña cuando se atragantó con una palomita, el sábado 9 de marzo. La familia sostiene que nunca la han molestado, puesto que no la consideran responsable de lo ocurrido.


Esta facultativa derivó a la niña al Hospital de Cangas del Narcea, y de allí fue dirigida al Hospital Central, al carecer de medios para poder extraer el grano de maíz. Según el letrado de la familia, los médicos pueden rechazar la asignación de un paciente siempre que haya una causa.

Fuente: La Nueva España
Autor: L.Á Vega 

1 comentario:

Anónimo dijo...

VERGONZOSO Y LAMENTABLE lo que le está ocurriendo a esta familia.
Después de sufrir la perdida de un hijo, que debe ser lo peor que puede ocurrir a unos padres. Para mas desolación e indignación el SESPA rechaza la asignación de centro de salud,al que pertenecen ale... como si de una ciudad se tratara, que cada 200m hay uno. Ibias para bien o para mal es el Lejano Oeste
No se, ni los motivos ni las causas, que pudo tener para tomar tal decisión, tampoco quiero entrar en ellas,ni ser yo quien las juzgue porque las desconozco, pero como profesionales de la sanidad, creo que tienen que estar a la altura de las circunstancias, y pensar si tienen hijos, en la impotencia y rabia contenida, que tiene que estar sintiendo esta familia.Porque yo como Ibiense la estoy sintiendo, y como ciudadano siento vergüenza de mi país.
Falta hace que en este tiempo deshumanizado, alguien ponga un poco de cordura... y sobretodo un MUCHO de CORAZÓN.
Saludos.