Se nos cae el hórreo

No hay sitio al que vaya, camin por el que pase y pueblo que visite que no cuente en sus dominios con algún que otro hórreo. ¿Podríamos decir que Ibias es tierra de buenos hórreos? Seguro que no me equivocaría al asegurarlo. La utilidad que le daban nuestros antepasados ha quedado en un segundo plano y hoy por hoy, muchos de ellos luchan para seguir en pie sin que nadie les dé un retoque que les ayude a seguir caminando por la vida. Poco nos importa verlos caer o simplemente tirarlos porque estorban, ese es el camino más fácil, mirar para otro lado y  no apreciar el impresionante valor arquitectónico y cultural que tienen. 

¿Si un coche se estropea lo arreglas? y entonces por qué no hacer lo mismo con estos preciosos recuerdos del pasado... en fin, tirón de orejas para estos "ricos" que no aprecian lo que tienen en casa y no solo para ellos, sino también para las administraciones, tanto local como autonómica, la primera por no ver el tirón que tienen a nivel turístico y por tanto, como tantas otras cosas, pasar del tema y la segunda por sesgar las ayudas a su rehabilitación. 

Después de este cabreo con el mundo, ya sabréis un poco de que va el reportaje de hoy. Si Mahoma no muestra el hórreo pues va Ángel y lo muestra. Los dos que tenemos hoy pertenecen a un pueblo de gentes buenas al que yo tengo especial cariño. Fueron tomadas el 25 de agosto de 2011 en esta aldea de Ibias cuyo nombre no me interesa publicar.

El reto de hoy es simple, ¿En qué aldea estaba yo ese día? Para hacerlo más difícil y garantizar que nadie copia la respuesta de nadie, no voy a publicar ningún comentario hasta el día que demos el resultado, de tal manera que podréis escribir cuanto queráis pero no veréis las respuestas hasta el día que descubramos la solución.

¿A que soy malo?...