domingo, 10 de abril de 2011

Lagüeiro

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminando caminando a un bonito lugar hemos de llegar, caminando caminando seguro que cerca estará. ¿Falta mucho para llegar? Solo tienes que andar 700 metros y los descubrirás:



Aldea de la parroquia de Cecos, está situada a 350 metros de altitud media sobre la margen izquierda del río Ibias y de la carretera AS-211. De ésta parte un camino a través del que se comunica con San Antolín, a 3 Km.

Es precisamente esa proximidad con la capital del concejo de Ibias y su situación estratégica en un rellano topográfico con apenas un 15% de pendiente, la que le ha permitido desarrollar una importante cabaña ganadera.

No sería posible esta, sin las impresionantes praderías llanas, de fácil mecanización, aprovechadas al máximo al localizarse el pueblo al margen de ellas en contacto con el pie de monte, que han contribuido a la formación de importantes caseríos en los que domina una tierra de alta calidad muy favorable para la actividad agro-ganadera.

Resulta peculiar cuanto menos la estructura de este pueblo, el cual se articula en torno a un espacio central ocupado por huertas (“hortos”) rompiendo así, el esquema tradicional de núcleo compacto y alrededor de él el terrazgo.

El tejido poblacional de esta aldea lo forman unas 28 personas que de manera constante hacen vida en ella. Como es habitual en la mayoría de parroquias del concejo, esta cifra suele aumentar considerablemente en periodos vacacionales y fines de semana.

A unos 270 metros de distancia del centro del pueblo se levanta una de las joyas patrimoniales de Ibias, el emblemático palacio de Ron. Se tiene constancia de que este imperioso monumento fue construido en 1521 por una de las familias con más poder y renombre del concejo, los Ron.

Su estructura consta de una torre central de tres pisos edificada en mampostería y tejado de pizarra a la que se le pusieron dos alas laterales. El recinto se rodea de un muro almenado y sobre la puerta rematada en arco de medio punto, está el escudo tallado en madera con una “R” representando el linaje de esta familia. Su interior se organiza en torno a un patio central en el que resalta una impresionante panera y una capilla dedicada a San Roque y San Antonio, convertida en garaje por sus actuales dueños.

Este palacio hace años que no pertenece a los Ron, su último heredero, Humberto Ron Rocha falleció durante la guerra civil y desde entonces este legado de mas de 1500 metros cuadrados de recinto, ha ido pasando de mano en mano hasta llegar a sus actuales propietarios, empeñados en mantener el porte señorial del este majestuoso titán.

Otro de los elementos caracterizadores de Lagüeiro son sus hórreos y paneras, entre estos destacan por su belleza y singularidad el de la casa del Pontigo y el de la casa Carbueira, ambos, teitados siguiendo la tradición. Pese a no conservar la techumbre vegetal existe en el lugar un hórreo que alberga en una de sus paredes una talla que merece ser contemplada por el visitante.

La fuente-lavadero, fue levantada a mediados del siglo XVIII y reformada en 1943, poco después de de la guerra civil, en plena post-guerra. Se encuentra enclavada en la parte alta del pueblo abastecida por las aguas con paso por las Cruces y el Poulón.

Un arroyo denominado “Regueirón” cuyo curso se dibuja por la margen izquierda de la aldea, desciende hasta converger con el río Ibias unos metros más abajo del pueblo de Cecos. Su trazado serpenteante junto con sus cristalinas aguas constituye un agradable paseo para todo aquel que se acerque al lugar.

Para finalizar cabe destacar de Lagüeiro las impresionantes vistas que atesora. Dominando imponente por encima de su parroquia, ofrece una bella panorámica de Cecos.

¡Yo ya te lo he descrito, ahora decides tú si conocerlo!

Caminando caminando el sol se ha de marchar, caminando seguiremos que la noche es larga y hay mucho que andar...

5 comentarios:

Delsa Fernández dijo...

Soy Ibiense nacida en Marentes, encontré tu magnifico blog por casualidad.
Mi enhorabuena por esa labor dibulgativa que estás haciendo al concejo de Ibias, quiero expresarte mi admiración y darte mil gracias por esas fotos tan hermosas de nuestras queridas y añoradas aldeas.Te diré que me emocioné según iba viendo tus entradas y me encontré con Marentes…la vieja iglesia, las casas, los caminos tan recorridos en mi infancia. Ha sido un placer, gracias de nuevo. Me quedo de seguidora con mucho gusto
Un cordial saludo.
Delsa

Pablo dijo...

La verdad que es un sitio un tanto escondido, pasas por la carretera general y casi ni te fijas en el desvío. Pero por todo lo que tú muy bien describes, merece la pena pasarse por allí y contemplar su enorme pradería, las vistas sobre el tramo medio del río Ibias y por supuesto el Palacio de los Ron, todo un señor pueblo y todo un señor reportaje, me gustó mucho, he de decirlo.

Un saludo y a visitarlo!100% recomendable.

Ángel Fernández dijo...

Muchísimas gracias Delsa, tus palabras me dan ánimo para seguir con esta labor que ya empecé hace tres años. Se hace difícil hablar de Ibias y más si hay lejanía de por medio, eso sí, es muy gratificante que tras hacerlo te reconozcan el esfuerzo...

¡Muchas Gracias!

Manolo dijo...

Gracias Angel por mostrarnos nuestros pueblos de Ibias,bonito pueblo Lagùeiro.Un saludo desde Argentina

Unknown dijo...

Mis abuelos José y Araceli eran de Lagueiro y después de emigrar a América, fueron propietarios del palacio de Ron hasta que falleció mi abuelo en los años 70. De niños pasábamos allí unos veranos que nunca olvidaré.