Nuestro centro de salud

Cuanta nostalgia y cuantos recuerdos me trae hablar de este centro de salud, recordarlo me remonta a mi niñez, a aquella época en la que correteábamos por el patio del colegio sin más pena ni preocupación que la que suponía el pasar por la puerta del bar de Ginio y que tu padre no te comprara nada.

Por este centro de salud han pasado gran cantidad de médicos y practicantes que han intentado con sus diagnósticos hacernos la vida un poco más cómoda. No es fácil ser médico rural, poneros por un día en su piel y pensar lo que debe suponer para una persona que ha nacido y se ha criado en una gran ciudad sufrir el aislamiento y las pocas comodidades a las que sólo nosotros, la verdadera gente de pueblo estamos acostumbrados a tener.
Seguro que alguno de vosotros recuerda al famosísimo Don Genaro, uno de los primeros médicos de familia que pisó la parroquia, un hombre con carisma, sabiduría y una buena dosis de mal genio que intentaba diagnosticar y curar las enfermedades de nuestros abuelos.Otra de los profesionales que merecen mención dentro de este reportaje es la ya fallecida Sagrario que a mi entender fue una de las personas que más huella dejó en la parroquia. Médico de profesión pero con un excelente don de gentes, compaginaba el día a día de sus faenas con esa facultad que solo personas como ella poseían para entender los problemas de cada cual.

Y es que sí amigos, la consulta era y sigue siendo un rincón de reunión social, es el lugar en el que la gente se encuentra, charla, se pregunta por sus familiares, no respeta ese famoso cartel de se ruega silencio y una vez que entra a dentro para que el especialista le trate aprovecha para contarle sus problemas.Hay Dios, la consulta, que buenos recuerdos y que malos a la vez, temblábamos cada vez que escuchábamos el helicóptero sobrevolar nuestra tierra ya que eso sólo significaba dos cosas, que había fuego o que un minero estaba grave. Alguno que otro consiguió salvar la vida de la mano de estos médicos y por desgracia como todo en este mundo, alguno no consiguió vivir para contarlo.Marta, nuestra Marta, la actual médico de Tormaleo, una persona humana, accesible, dicharachera que ha conseguido con sus tres trillizos hacer menos pesadas las interminables esperas que tanto odiamos. Excelente profesional que ya lleva más de 10 años ejerciendo la medicina en nuestro municipio, llegó como tantos otros, sustituyendo una baja aunque con una diferencia, ella supo adaptarse como nadie a esa lejanía que nadie quiere.

Y que me decís de Mariola, esa enfermera de agujas imposibles que jamás acertaba con la vena para sacarte sangre. Fijaros hasta que punto estaba integrada que una vez que nos ponía las famosas inyecciones en el culo cogía la guitarra y nos daba catequesis.

viva la gente la hay donde quiera que vas

para para pa

viva la gente es lo que me gusta más....

15 años después sigo recordando esa canción y la sigo viendo a ella en las escuelas del poblado cantándola.Como en este blog no puede faltar el toque reivindicativo, hace unos años se hizo una promesa electoral que como tantas otras quedó en el tintero, se dijo a todos los ciudadanos de a pie que el consultorio de tormaleo se ampliaría para dotarlo con una sala de fisioterapia. Por desgracia parece ser que todo lo que se promete en nuestro municipio queda en eso, en solo promesas.

Aprovecho para deciros que este será el último reportaje del mes ya que a partir del miércoles estaré de vacaciones en ese rinconcito tan especial llamado Ibias. Ya veis amigos, los bloqueros también nos ponemos de vacaciones, eso sí, en septiembre vendré con las pilas bien cargadas y con los deberes hechos para seguir acercando al mundo este pequeño y querido rinconcito de Asturias.

FELIZ VERANO A TODOS/AS