Fresno: un pueblo con encanto

Hoy es viernes, no sé cómo estará el tiempo en Ibias pero aquí en Madrid el tiempo esta estupendo. Hace ya bastantes meses que la gente me viene diciendo que le impacta un poco que escriba maravillas sobre otros pueblos y que sin embargo no hable del mío.

Pues bien, hoy vamos a hacer ese pequeño homenaje a ese pequeño pueblo que dicen que es el mío.

Qué va a decir uno de su pueblo verdad, cada cual piensa que su municipio es el mejor, el más acogedor y por supuesto el más bonito. He de deciros que lo siento, pero en este sentido tenéis toda la batalla perdida porque como Fresno y las vistas que este ofrece no hay ninguno, y si no me creéis, juzgad vosotros mismos:

A 650 metros de altitud y situado en la margen derecha del río Luiña, Fresno es uno de los pocos pueblos que puede presumir de tener "vistas" en la parroquia de Tormaleo.

Está formado por 11 casas, la mayoría de ellas deshabitadas aunque en su día era uno de los pueblos con más personas de la parroquia. Sin carreteras por las que transitar, gozaba de una céntrica situación ya que por el atravesaba el principal camino de Tormaleo.

Ya sabéis que Ibias es tierra de chigres y en Fresno estos no podían faltar, aquí tenéis la casa de "Anxelón" en la que se ubicaba la cantina de igual nombre. Otras casas en Fresno también tenían bar, como puede ser la casa de "Felez" o la de "Volantin":

De esta última he de deciros que durante la guerra civil fue un cuartel militar. Sin teléfonos ni vías de comunicación dicha morada era la única que poseía un teléfono que por supuesto era de carácter público, para el uso y disfrute de todos los vecinos.

Si seguimos pueblo adelante nos topamos con otra casa, a" de Loís". La construyó el bisabuelo de mi padre hace más de dos siglos, su hijo, mi abuelo, vio nacer a todos sus hijos en ella e incluso cuando mi padre se casó, estuvo viviendo un par de años en esa casa hasta que se hizo una propia al lado.
Desciendo de una familia de viajeros, Luisón fue durante muchos años Arriero, llevaba manteca y otros enseres a Madrid en su carro tirado por mulas.
Mi abuelo, decidió probar fortuna en Madrid trabajando una larga temporada en la plaza de la cebada aunque su corazón y sus amores estaban en Ibias.

y aquí tenéis a mi parecer uno de los hórreos más conservados del lugar, es el de la casa "Quilino" y aunque tiene más de 300 años, ahí lo veis, resistiendo el paso del tiempo como un verdadero titán.

Aquí, la casa del maestro, en su día fue la escuela del pueblo aunque como en la mayoría de pueblos, los niños le dedicaban pocas horas a esto de estudiar y formarse... los padres desde muy pequeños los mandaban a trabajar en el campo, a cuidar vacas o simplemente a servir a alguna que otra casa un poco más adinerada.

Y aquí el chalecito como le llamo yo de Pepe, si no lo saco me mata, jeje. Espero que la familia que tiene en Argentina lo vea y recuerde los buenos tiempos vividos en su pueblo. Aprovecho para mandarles un saludo muy grande de parte de Pepe.

Ahora os presento la Palloza de Fresno o lo que queda de ella ya que durante la guerra civil se quemó. Tiene un nombre curioso "a fragua", en su día fue un bar aunque sospechamos que antes de serlo la habitó un Ferreiro.

Concluyo mi entrada en un lugar mágico, "a fonte", no hay agua como la de esta fuente y según dice el mito: beber de este elixir abre el apetito, de ahí a que muchas personas de pueblos cercanos se acerquen con su garrafa a por ella. Yo no sé si será el agua o el embutido del pueblo pero es pisarlo y empezar a engordar....jajaja.